Basta ya

La agresión anteayer al consejero de Cultura y Turismo de la Región de Murcia, Pedro Alberto Cruz, adquiere tintes de atentado terrorista, según explican unánimamente los medios de comunicación de esta tierra. Pedro Alberto Cruz no es un perro, tampoco un delincuente, ni un exaltado. El consejero de Cultura es un ciudadano que paga sus impuestos, cumple con sus obligaciones y, además, es buena gente, de ésos que ponen la palabra sobre la mesa, como argumento, de los que no entienden nada de actos violentos, pero de los que fueron víctima ayer de manera salvaje e injustificable. Lo de anteayer en Murcia debe abrir los ojos a quienes creen que en política todo vale, porque no todo vale en política. Pedro Alberto Cruz no es un perro, ni un delincuente, ni un exaltado. Los perros tienen casa de acogida. Los delincuentes son tratados como caballeros al ser detenidos. El consejero de Cultura no tuvo ese trato. Denunció ante la Policía con la cara ensangrentada su agresión, pero tuvo que trasladarse a pie hasta el centro hospitalario para que le atendieran. Desde hace varias semanas se le viene señalando sin que nadie ponga medidas de protección. El delegado del Gobierno debe dar una respuesta a la inseguridad que rodea al Gobierno murciano, empezando por la detención de los agresores. Basta ya de que la violencia sea el argumento de los que no tienen argumentos, y en eso la Delegación y el PSRM tienen mucho que hacer y decir, tanto en sede parlamentaria, como ante la opinión pública, que lo espera.