Típico español

Ahora que tú te vas, como diría Luz Casal, es el momento de reconocer las virtudes del presidente del Gobierno. Nadie puede negar que Zapatero ha reinstaurado en Madrid dos instituciones muy típicas de la Villa y Corte, o como diría un buen amigo, catedrático de Historia del Derecho, dos instituciones típicamente universitarias: la censura y la recomendación.
Sobre la censura no hay mas que ver cómo han cambiado las estampas de los bares llenos de fumadores, que rezan para que se prolongue el verano regalado que estamos viviendo en octubre, para evitar el frío y la aspirina a la que nos ha condenado nuestro ilustre vecino. O cómo ha cambiado la disposición del público en el día de la Hispanidad para provocar una ilustre sordera a las autoridades y evitar un mal trago al presidente.
Y, ¿qué decir de la recomendación? Nos ha recomendado, o mejor dicho impuesto, una Educación para la Ciudadanía, una pastilla abortiva, una memoria «ahistórica» y una crisis económica que no se quita ni con la aspirina de los fumadores. En fin, que lo que no se le puede negar a Zapatero es que ha cambiado la forma de ver el mundo que teníamos en Madrid. Ahora lo vemos todo en blanco y negro, con interminables colas del paro y puede incluso que hasta nos acostumbremos a ver ministros en las gasolineras.