Congreso Extraordinario del PSOE

Ruido innecesario

La Razón
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Parece difícil que el presidente del Gobierno pueda mantener durante mucho tiempo bajo llave su secreto sobre si se presentará o no a las próximas elecciones generales. El hervidero de rumores en que se ha transformado la calle Ferraz es incompatible con una gestión serena de la gobernación del país. Barones y ministros consideran que sería bueno clarificar la situación.
Las malas perspectivas electorales abonan la tesis de que al PSOE lo que le conviene es saber cuanto antes quién será su cabeza de lista en 2012.

Hasta ahora se entendía que Rodríguez Zapatero no dijera nada porque suponíamos que aún no lo había decidido. Una vez conocido que ya ha desojado la margarita parece lógico que se despeje la incógnita ante propios y extraños. No decirlo solo aporta ruido innecesario e inquietud en las filas del hoy partido del Gobierno. Amén de desgaste añadido por los corrillos, quinielas y apuestas que estos días se suceden por doquier.

Si Zapatero quería mantener ante todos la incógnita de su candidatura, hizo mal en revelar el pasado lunes que ya tiene tomada la decisión y que hay un dirigente de su partido que sabe de qué se trata. Ha constituido ciertamente una eficaz manera de desencadenar este río de especulaciones que hoy llena las tertulias. Y es que a veces es mejor no decir nada que andar mareando con juegos de adivinanzas.