Cuando tres son multitud

Fue la de ayer una jornada floja en el Festival de Málaga con dos cintas de las que se esperaba más y que defraudaron. «Buscando a Eimish» (cuya imagen del filme acompaña esta reseña) posee un guión flojo que firma su también directora, Ana Rodríguez Rosell, que no controla ninguno de los dos oficios. El otro filme a concurso fue «El sexo de los ángeles», del director Xavier Villaverde. Durante la primera hora uno piensa que está ante una proyección magnífica; sin embargo, hacia el final se produce una gran decepción debido a lo artificial del cierre. La cinta es una fantasía pura y dura cuya trama gira alrededor de una pareja que está enamorada desde los 15 años. Tras sufrir un accidente, el protagonista se encapricha de una tercera persona, un hombre, con lo que se que crea un triángulo amoroso. La novia lo descubre y comienza una acción delirante que se encamina por los derroteros de la ciencia-ficción, lo que lo convierte en un filme fallido. Dejo para el final una reflexión: si vivir en pareja ya resulta complicado, un trío, visto el filme, se me plantea fatigoso.