Los naturales que pudieron con los transistores

Con un desolador ambiente, sin apenas público en los tendidos, la Feria de Hogueras cumplió su segunda y última novillada con picadores con un encierro de Nazario Ibáñez, muy bien presentado, con astados más aparentes que muchos de los toros lidiados en este serial. Y con seriedad en sus cabezas. Su comportamiento fue ya otra cosa, con abundancia de mansedumbre y poco celo. Complicaciones que pesaron demasiado en los novilleros y que pese a su voluntad y disposición, no terminaban de enganchar a los pocos asistentes al festejo, más pendientes de lo que pasaba en Suráfrica que de lo que se hacía en el ruedo.En éstas salió el quinto, ovacionado al hacerse presente por su seriedad y luego repetidor y con transmisión, con el que el malagueño Jiménez Fortes, demostró clase, maneras y valor, bajando mucho la mano y sacando los mejores muletazos de la tarde, naturales mandones y de trazo largo que taparon los ecos del segundo gol de España. Con su primero, rebrincado y protestón, ya demostró sus posibilidades aunque lo estropeó todo con la espada.Jose María Arenas, más toreado que sus compañeros, demostró oficio y banderilleó con facilidad y arriesgando mucho, se esforzó por meter en la muleta a su parado primero, al que mató muy mal, y consumió su segundo turno persiguiendo a un muy serio mulo que rehusó de plano la pelea.Completaba la terna el alicantino Gabriel Martínez, salido de la escuela de tauromaquia local y que hacía su debut con picadores en esta función con la mala suerte de que le correspondió el lote más cuajado, pero también con más problemas de la novillada. Su primero se hizo el dueño del ruedo en los primeros tercios y llegó muy distraído a la muleta pese a lo cual el debutante, que se fue afianzando poco a poco, terminó, a más, logrando meterle en el engaño, aunque también tardó mucho en mandarle al desholladero. Tampoco tuvo suerte con el que cerró plaza que no quiso nada con él y al que también le costó matar.En la 8ª de Feria se lidiaron novillos de Nazario Ibáñez, muy bien presentados, cero mansos y de poco juego, excepto el 5º. José María Arenas(ovación con aviso y silencio); Jiménez Fortes (ovación con aviso y oreja ); y Gabriel Martínez (silencio con dos avisos en su lote). Muy poco público.