Nueva York

España se suma a la «tasa Tobin» en la eurozona

Recaudará unos 57.000 millones al gravar la especulación bursátil

El ministro de Economía español, Luis de Guindos, conversa con su homólogo francés, Pierre Moscovici, durante la reunión en la que España se sumó finalmente a esta iniciativa
El ministro de Economía español, Luis de Guindos, conversa con su homólogo francés, Pierre Moscovici, durante la reunión en la que España se sumó finalmente a esta iniciativalarazon

LUXEMBURGO- La Tasa sobre las Transacciones Financieras verá finalmente la luz. Ayer, durante el Ecofin que se celebró en Luxemburgo, logró el visto bueno de España y otros tres países que logran sumar un total de once, superando así el límite para poner en marcha una cooperación reforzada entre un grupo de estados, de acuerdo a las reglas que establece el Tratado de la UE. Participarán en el proyecto Alemania, Francia, Portugal, Bélgica, Eslovenia, Austria, Grecia, Italia, Eslovaquia, Estonia y España.

Al tratarse de una cuestión impositiva a la que se oponía un grupo de socios liderados por Reino Unido, la tasa Tobin «light» sólo podía avanzar si se sumaba al proyecto un número superior a nueve estados. Su objetivo es reducir las especulaciones financieras, estabilizar los mercados y hacer pagar a la banca por las crisis venideras, pero aún quedan incógnitas por despejar sobre su potencia, sobre los productos a los que se aplicará y el reparto de la recaudación.

Reparto entre estados y la UE
Según la propuesta de la Comisión Europea, esta tasa debería gravar todas las operaciones de acciones, bonos y derivados y podría lograr, si fuera utilizada en el conjunto de la UE, una recaudación de hasta 57.000 millones de euros. El nivel propuesto era de 0,1% a los intercambios de acciones y títulos y del 0,01% a los productos derivados. A ello se añadía la idea de la Comisión de destinar lo recaudado al presupuesto comunitario o, en su defecto, a reducir las contribuciones nacionales, pero Alemania ya ha anunciado su intención de embolsarse la recaudación para su propio presupuesto.

El ministro de Economía, Luis de Guindos, fue el encargado de levantar el veto que pesaba sobre esta iniciativa desde que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, junto con su homólogo, Mario Monti, la bloquearon durante la última cumbre para tener una mejor posición negociadora respecto a otros temas, puesto que la tasa era un asunto especialmente sensible para Alemania y Francia. «Las bazas negociadoras hay que guardarlas hasta el último minuto», reconoció.

No obstante, pidió que la tasa se haga «de forma coordinada entre la mayoría de los países europeos para evitar efectos distorsionantes sobre los movimientos de capital» y sobre una base «que sea razonable para sortear los efectos negativos que podría tener desde el punto de vista de los flujos financieros».

Los países que se han negado a participar, encabezados por Reino Unido, anunciaron ayer que no vetarán el nacimiento de esta cooperación reforzada, aunque quisieran tener más detalles sobre sus consecuencias y aplicación. Fue el caso de Holanda, Suecia y Polonia, por ejemplo. «No estamos en contra de las tasas al sector financiero», dijo el ministro británico de Finanzas, George Osborne, «pero nuestra posición es que sólo consideraremos sumarnos si todos los centros financieros del mundo la implantan, como Nueva York, Singapur, Shanghái y Hong Kong». A su juicio, esta tasa podría costar hasta un 3,5% del PIB, por lo que es necesario estudiar bien cómo se aplica.

El enredo de la unión bancaria
Sin embargo, el otro gran asunto –la unión bancaria– sigue atascado. Aunque en verano la unanimidad era total para separar el riesgo soberano y bancario mediante la supervisión única del BCE y la posibilidad de que los bancos problemáticos fueran recapitalizados directamente por el fondo de rescate europeo, hace pocas semanas, Alemania, Holanda y Finlandia firmaron una carta en la que recalcaban que quieren dejar fuera los «activos dañados heredados». Es decir, no aceptarían las pérdidas de la banca española pues sólo podrían producirse rescates europeos de entidades después de la puesta en funcionamiento de la figura del supervisor común. Además, aseguraban que el supervisor único no podría estar listo para enero de 2013, como preveía la Comisión para los bancos que han recibido ayudas públicas. Así, el calendario ahora en entredicho prevé además que 1 de julio, la supervisión llegase a los bancos más importantes y en enero de 2014 alcanzase a las 6.000 autoridades existentes.

Por otra parte, los ministros de Finanzas de la eurozona dieron un año más a Portugal para que corrija su déficit excesivo, al igual que se ha hecho con España, y aprobaron el desembolso de un nuevo tramo de 800 millones de euros de su rescate.

 

¿Qué es la tasa Tobin?
- Fue una propuesta de 1972 del premio Nobel de Economía James Tobin para gravar las transferencias de divisas con una tasa inferior al 1%.n Surgió como reacción a la incertidumbre en los mercados por los ataques especulativos a las monedas después de que EE UU abandonase el sistema surgido de Bretton Woods.n Francia estrenó en agosto un impuesto del 0,2% sobre algunas operaciones de compraventa de títulos de grandes capitalizaciones.
-En la City londinense existe una tasa similar («stamp duty») sobre títulos bursátiles. Londres se opone a otra nueva tasa, aunque se muestra flexible.
-La tasa en la eurozona es una iniciativa de Francia y Alemania, que solicitaron su implantación el 28 de septiembre para evitar los movimientos de carácter puramente especulativo y para que el sistema financiero colabore en la superación de la crisis. Después se adhirieron Austria, Bélgica, Portugal, Grecia y Eslovenia. España, Italia, -Estonia y Eslovaquia se han sumado a la iniciativa.
-La recaudación estimada es de 57.000 millones anuales.
-Las estimaciones apuntana a una recaudación de casi 50.000