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El «No-Do» de Rubalcaba

La Razón
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La candidatura de Rubalcaba se ha convertido en un regreso a la España de principios de los noventa. Los peores años del felipismo regresan a la memoria con unas imágenes que nos retrotraen a un peculiar «No-Do» con Felipe González y Alfonso Guerra como protagonistas. Es el peculiar «dóberman» de Rubalcaba. Los mismos que acosaron de forma tan implacable como irresponsable a Adolfo Suárez y su equipo en los difíciles años previos al golpe de Estado del 23-F. Los que siguieron contra Calvo-Sotelo y su gobierno agónico hasta el extremo de anunciar auditorías de infarto cuando llegaron al poder en el 82. Nunca las publicaron porque la trayectoria de los hombres de UCD, como luego sucedió con el PP, fue ejemplar. No hubo ningún escándalo de corrupción en esos gobiernos. El candidato socialista se rodea de los suyos, porque siempre fue ajeno al zapaterismo. Su relación con el presidente del Gobierno fue una táctica que le ha llevado al liderazgo del PSOE. El tiempo ha demostrado que su sintonía es sólo con el peor felipismo.