Ciempozuelos

«Debe tener miedo pero no de mí»

Ayer fue la segunda sesión del juicio que se celebra estos días en la Audiencia Provincial de Madrid sobre la muerte de Miguel Ángel Salgado Pimentel el pasado 14 de marzo de 2007.

Ayer se celebró en la Audiencia Provincial la segunda jornada del juicio por el crimen que acabó con la vida de un hombre en el garaje de su domicilio
Ayer se celebró en la Audiencia Provincial la segunda jornada del juicio por el crimen que acabó con la vida de un hombre en el garaje de su domiciliolarazon

MADRID- Era el turno de declarar del guardaespaldas Eloy Sánchez Barba y el presunto sicario de origen colombiano Charles Michael G.C., después de que el pasado lunes su ex mujer, acusada de encargar el asesinato del que fuera su marido, declarara ante el juez.
El primero en dar su versión de los acontecimientos fue Eloy, quien fuera guardaespaldas de la actriz Ana Obregón y que cuenta con una larga lista de juicios de faltas con anterioridad. Conoció a María Dolores a través de la empresa de seguridad en obras y discotecas que había montado la pareja. El guardaespaldas aseguró no haber visto en persona a la víctima pero que sí era consciente de la organización que se pretendía llevar a cabo para darle un «susto». Al poco tiempo, conoció al supuesto sicario en un famoso local madrileño (Palacio de Gaviria) como hombre con experiencia de cobros. Eloy aseguró que en esa primera reunión Charles le habló de María Dolores.

Según el acusado, la mujer quedó con Charles en una cafetería de la Gran Vía para darle una foto de su ex marido y la dirección de su piso en Ciempozuelos. Además, reconocío acompañar al sicario en varias ocasiones a la casa de la víctima hasta que, el 14 de marzo de 2007, los dos fueron al domicilio de Miguel Ángel. Una vez allí, Charles entró a la casa y tras varios minutos, salió diciendo: «Ya he hablado con él y está todo arreglado». El guardaespaldas reconoció tener miedo ya que el supuesto sicario le ha amenzado en prisión.

Por su parte, Charles Michael afirmó no tener nada que ver, al no conocer a María Dolores ni haber estado nunca en Ciempozuelos. «Debe tener miedo, pero no de mí», aseguró en su declaración el presunto sicario en relación al guardaespaldas, de quién afirmó ser el culpable de la situación en la que se encuentra por culpa de su «declaración interesada». También resaltó que llegó a Madrid para informarse sobre temas de seguridad y que, por este motivo, contactó con Eloy en 2006. Al mismo tiempo, afirmó que si recomendó a Eloy a través de una llamada ver películas del estilo de «sin city» o «Ciudad del pecado», fue como «una tonteria», según informó Ep.

A la sesión de ayer también acudió el padre de la víctima, Antonio Salgado, para contestar a las palabras que el pasado martes se escucharon a través de una grabación en boca de la que fuera esposa de su hijo. En la misma, María Ángeles manifestó que «ojalá se pudra bajo tierra y se lo coman las víboras». La respuesta de Antonio fue contundente: «Ella es la que se tiene que pudrir, a ella es a la que se la tienen que comer las víboras».

Los tres imputados en el caso, María Dolores, Eloy y Charles se enfrentan a penas entre 39 y 43 años, según la petición que ayer realizó el fiscal.