París

ETA preparaba una campaña de verano con múltiples atentados

La Policía francesa, en colaboración con la Guardia Civil española, ha detenido en Bayona (Francia) al jefe del "aparato militar"de ETA, Mikel Karrera Sarobe, alias "Ata", y a otros dos dirigentes

El 28 de febrero una operación conjunta de la policía francesa y la Guardia Civil permitió la detención en Francia de Ibon Gogeaskoetxea, considerado el jefe militar de ETA, y de los presuntos "liberados"Beñat Aguinagalde y José Lorenzo Ayestaran
El 28 de febrero una operación conjunta de la policía francesa y la Guardia Civil permitió la detención en Francia de Ibon Gogeaskoetxea, considerado el jefe militar de ETA, y de los presuntos "liberados"Beñat Aguinagalde y José Lorenzo Ayestaranlarazon

MADRID- Mikel Karrera, «Ata», jefe del llamado «aparato militar» de ETA, preparaba, junto con otros dos cabecillas de la banda, Arkaitz Aguirregabiria y Maite Aranalde, la «campaña de verano» que la banda pretendía llevar a cabo a partir del próximo mes de junio, según han informado a LA RAZÓN fuentes antiterroristas.Estos tres individuos fueron detenidos ayer en Bayona por la Policía gala, gracias a la información aportada por la Guardia Civil y el Centro Nacional de Inteligencia (CNI). En la acción participó el grupo de intervención RAID, dada la peligrosidad de los individuos que estaban reunidos y la posibilidad de que la emprendieran a tiros con los agentes.La pista para esta importante operación (de más relevancia que en la que fue capturado Garikoitz Azpiazu, «Txeroki» «por la situación por la que atraviesa ETA», según el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba) se obtuvo gracias a las vigilancias establecidas en torno a un súbdito francés Benoit Aramendi, con un largo historial de militancia en organizaciones del entramado de ETA. También ha sido arrestado.El pasado lunes, según las citadas fuentes, se observó que llevaba en su automóvil, un Ford Escort, a tres personas a las que condujo a un apartamento que había pedido prestado a otro ciudadano galo, de origen bretón, que ayer era buscado por las Fuerzas de Seguridad.Aramendi, con el fin de despistar a los que le pudieran vigilar, llegó a enseñar el apartamento a personas interesadas en alquilarlo. Era una pantalla, ya que estaba destinado a que los jefes etarras pudieran celebrar una reunión en la que planificarían los atentados de la «campaña de verano». La vivienda, en el tercer piso de un edificio del barrio de Saint Esprit, está cerca de la estación de tren. El pasado lunes, de madrugada, entró por el garaje, estableciendo grandes medidas de seguridad. Trataba con ello de evitar que alguien pudiera ver a sus acompañantes.

Pasaban desapercibidosDe hecho, los agentes encargados de la vigilancia no consiguieron identificar a ninguno de ellos. Comprobaron que, ya en el interior del apartamento, hablaban en euskera y en un tono muy bajo para no delatar su presencia. Pretendían que los vecinos pensaran que el piso estaba vacío. Los expertos creen que Karrera y los otros cabecillas procedían del norte de Francia, donde se suelen esconder ahora, y que se habían trasladado a Bayona para ultimar los detallas de la «campaña de verano», con atentados, como es habitual, contra intereses turísticos españoles y miembros e instalaciones de las Fuerzas de Seguridad.El hecho de que la reunión se celebrara tan cerca de la frontera y que pudieran abandonar el lugar en cualquier momento, motivó que los responsables de la operación decidieran la intervención inmediata. Karrera, Aguirregabiria y Aranalde fueron sorprendidos a las cinco de la mañana, cuando aún dormían. Tenían una pistola cada uno y material informático que ya está siendo examinado por los expertos. Tal y como adelantó LA RAZÓN, ETA utiliza ahora un nuevo sistema de encriptación, el «True Crypt».La operación deja en evidencia a quienes desde sectores políticos y mediáticos divulgan que la ausencia de atentados se debe a una nueva negociación entre el Gobierno y ETA. El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, subrayó que los detenidos participaban en una reunión del «aparato militar» y que, «desde luego no estaban rezando el rosario». «Estaban trabajando en lo suyo».

Ejemplo de colaboraciónAgradeció y felicitó a todos los que, franceses y españoles, han participado en esta operación, que puso como ejemplo de una colaboración muy difícil de mejorar, aunque se intentará.Destacó que uno de los instrumentos de vigilancia que hay en el sur de Francia, ha funcionado (el montado en torno a Aramendi) y confirmó que la operación se había realizado ante la posibilidad de que Karrera y los otros abandonaran el lugar. De este individuo, dijo que era el «máximo dirigente de ETA y, por lo tanto, objetivo número 1 de la Policía y de la Guardia Civil».De Karrera se sabe que está relacionado con la furgoneta interceptada por la Guardia Civil el pasado 9 de enero en Bermillo de Sáyago, Zamora, cuando se dirigía a la base logística que ETA estaba montando en Portugal. Se sospecha que no es ajeno a los atentados del pasado verano, en los que fueron asesinados varios miembros de las Fuerzas de Seguridad y el intento de matanza en la Guardia Civil de Burgos. Era el jefe del «aparato militar» desde febrero, tras la detención de Ibon Gogeascoechea.Por lo que respecta a Aguirregabiria, era el señalado para sustituir a Karrera si era detenido. Estaba encargado del adiestramiento de nuevos terroristas y un testigo le identificó como uno de los miembros de la célula que, el pasado 16 de marzo, intentó un robo de automóviles cerca de París y asesinó al brigadier de la Policía francesa Jean Serge Nerin. Era, por lo tanto, el más buscado por las Fuerzas de Seguridad galas y, en este sentido, el ministro celebró su arresto.

Aranalde quedó libre contra el criterio del fiscalEl juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco, quien sustituía a Baltasar Garzón, dejó en libertad el pasado mes de agosto a la presunta etarra Maite Aranalde, después de que su familia depositara 12.000 euros en concepto de fianza. Sin embargo, cuando Garzón regresó, ordenó su vuelta a prisión, pero ya era demasiado tarde: se había dado a la fuga y no se volvió a saber de ella. El fiscal general del Estado, Cándido Conde-Pumpido, consideró las detenciones de los etarras como un ejemplo de «colaboración» y cooperación entre países europeos. Y, a la vez, no dudó en recordar que Maite Aranalde «había sido puesta en libertad en contra el criterio del fiscal» de la Audiencia Nacional, informa F. V.