Al pueblo argentino

Hoy se cumplen 200 años de la independencia de la República Argentina, un proceso que se inició el 25 de mayo de 1810 y culminó el 9 de julio de 1816. Justo es saludar a los argentinos y desearles el bien con una línea de su Himno:«¡Al gran Pueblo Argentino, salud!». Necesitan, sin duda, mucho apoyo porque padecen un Gobierno populista, demagogo y sectario. La siniestra manipulación que perpetran aquí Smiley y sus secuaces a propósito de la memoria histórica es réplica de la que acaudilla la dinastía Kirchner: no es casual que la deplorable presidenta de mi país natal haya jaleado al juez Garzón. El Gobierno kirchnerista ha acosado a la oposición y a los medios de comunicación, rodeándose de los habituales matones de la tradición peronista, y todo le ha dado igual, desde la intervención en el INDEC (el INE argentino) para falsear los datos de la inflación hasta el despido del gobernador del Banco Central, porque se resistió a sus incursiones. El columnista del diario «La Nación», Joaquín Morales Solá, habló el domingo pasado del fin de la fiesta kirchnerista. Dios le oiga, aunque una larga experiencia previene contra las alegrías excesivas ante el cambio de los inquilinos de la Casa Rosada porteña: a menudo sucede que los pésimos nuevos hacen buenos a los malos anteriores. De momento, saludemos al pueblo argentino y recordemos el insistente grito sagrado del Himno, que tantas veces violaron sus gobernantes: ¡libertad!