Adicciones

El «cigarrón» se instalará en las ciudades

La nueva Ley Antitabaco lleva camino de convertirse en uno de los temas más polémicos del año, no sólo por el rechazo que ha suscitado entre un gran número de empresarios –hostelería, restauración y ocio nocturno fundamentalmente– sino también por una serie de «daños colaterales» que está generando y que seguramente irán a más en los próximos días, con la llegada del primer fin de semana, cuando verdaderamente se producirá la primera prueba de fuego de la nueva normativa

La imposibilidad de fumar en el interior de los locales provocará que muchos fumadores salgan a la calle para poder encender un cigarillo, aumentando el ruido y los enfrentamientos con los vecinos
La imposibilidad de fumar en el interior de los locales provocará que muchos fumadores salgan a la calle para poder encender un cigarillo, aumentando el ruido y los enfrentamientos con los vecinoslarazon

A las pérdidas económicas anunciadas por los empresarios, se suman otro tipo de molestias derivadas de la salida a la calle de los fumadores que, imposibilitados de fumar en el interior de los locales, llenarán, previsiblemente, las aceras para poder encender un cigarrillo.

Ruido, suciedad y «cigarrón»

¿Estamos ante el comienzo del "cigarrón"? Aparte del molesto «botellón», las asociaciones de vecinos temen que surja otro fenómeno: los jóvenes, apelotonados a las puertas de las locales para poder fumar. «No se han tenido en cuenta otros condicionantes», afirma Isabel Rodríguez, presidenta de los vecinos del madrileño barrio de Universidad. «La gente que esté en la discoteca, ¿van a salir todos a la calle a fumar? El nivel de ruido se elevará», añade. «Parece razonable que se vaya a dar esa situación. Ya de por sí, el volumen descontrolado de ocio nocturno es muy elevado», dice Juan José Cigarrán, presidente de los vecinos de la madrileña Gran Vía, que ve algunas incongruencias: «Por la zona de Gran Vía no se puede fumar, pero sí se puede ejercer la prostitución». Para José Luis Guerra, adjunto a la presidencia de la Federación Española de Hostelería y Restauración (FEHR), el numeroso aforo de los locales de ocio nocturno provocará una presencia numerosa en la calle, lo que supondrá «más ruido, enfrentamientos con los vecinos, más suciedad...».

El impacto económico

Para muchos empresarios la prohibición total de fumar vendrá acompañada de pérdidas económicas importantes, en muchos casos inasumibles. Para la FEHR, la ley llega en el peor momento posible, «inmersos en una profunda recesión que hace de este momento el más difícil de los últimos quince años». Los hosteleros estiman que el impacto de la prohibición se traducirá en una caída de las ventas del 5% en el caso de los restaurantes, del 10% en bares y del 15% –los más perjudicados– en los locales de ocio nocturno, según Guerra. «Ojalá nos equivoquemos. Lo que sí que se confirma es que no ha habido un aumento de clientes como vaticinaba la ministra», se queja.

Según un estudio de la FEHR, las pérdidas se producirán porque para una parte importante de la clientela (entre el 40% y el 45%), el consumo de productos hosteleros está vinculado a la actividad social y al consumo de tabaco y, «cuando eso no es posible, los fumadores tienden a buscar otros espacios de socialización, como son principalmente los domicilios».

A la caída en las ventas hay que sumar la inversión que muchos establecimientos hicieron habilitando espacios aislados para fumadores para adecuar sus locales a la anterior ley. Unos 45.000 bares y restaurantes de nuestro país invirtieron unos 900 millones de euros –20.000 euros de media por local– en un gasto que ahora, cinco años después, no tiene ningún tipo de utilidad. Además, otros 370 bingos gastaron 65.000 euros de media por establecimiento –24 millones de euros en total– con el mismo fin.

Europa da marcha atrás

Son muchos los países europeos que han dado marcha atrás y han suavizado sus leyes antitabaco ante las pérdidas económicas. Así, los hosteleros griegos se rebelaron contra la prohibición y volvieron a colocar ceniceros en las mesas. El nuevo Gobierno holandés anunció el pasado noviembre el levantamiento de las restricciones, permitiendo fumar en locales de menos de 70 metros cuadrados donde sólo trabajen sus propietarios.


«Mi bar seguirá siendo para fumadores»
La Consellería de Sanidad valenciana levantó un acta al bar «Spirit», de Castellón, por permitir el consumo de tabaco. Su dueño, Fernando Tejedor, declaró a LA RAZÓN que tenía dos opciones: «O dejar fumar en el bar, o cerrarlo. Los primeros días de la Ley tuvimos un bajón de caja importante». El acta no estipulaba la multa que le puede caer, pero mantiene que su bar «seguirá siendo para fumadores».