El icono de Madrid Río

Madrid- Ya está cerca el final de lo que comenzó como un sueño para los madrileños. El 15 de abril se pone fin a la recuperación de más de 900.000 metros cuadrados; a la sustitución de 200.000 vehículos que diariamente circulaban por las márgenes del río por 33.000 nuevos árboles; más de 10 kilómetros de paseos peatonales y ciclistas o 33 pasos para «coser» la frontera que constituía la M-30. Con la presencia del arquitecto francés Dominique Perrault, el alcalde Alberto Ruiz-Gallardón inauguró ayer el puente de la Arganzuela, que conecta este barrio con Carabanchel, aunque esta pasarela tiene sus peculiaridades: un espectacular diseño de Perrault, con quien ya se trabajó en la construcción de la Caja Mágica.

En esta ocasión ha concebido un puente dividido en dos brazos que une la calle Antonio López con el paseo de Yeserías, y suma 278 metros que confluyen sobre una plataforma mirador ubicada en el propio parque de la Arganzuela. Las dos espirales crecientes y la malla que las recubre, brillante de día e iluminada de noche, son sus claras señas de identidad. Al respecto, Perrault afirmó que «el Ayuntamiento ha conseguido algo que el alcalde de París ha soñado muchos años y no ha podido conseguir: ocultar todas las autopistas situadas cerca del río. Como parisino, considero que Madrid es un ejemplo excepcional». Su interior está realizado en madera, con dos carriles separados por una mediana que servirá de banco para descansar o contemplar las vistas, y por el que podrán circular tanto bicicletas como peatones. Toda la pasarela estará iluminada por varias farolas singulares que recrean «pájaros» o «mariposas», según la explicó Perrault. En la construcción de este puente se han invertido 13,6 millones de euros y catorce meses, que han permitido convertir esta «emblemática» infraestructura en «una de las más modernas y singulares» de la ciudad y en el «icono» de todo el proyecto, según el primer edil. «La idea de esta pasarela no era solamente cruzar el río sino también crear una de las entradas principales al parque de la Arganzuela. Por lo tanto es un espacio de ocio, en el que van a pasar cosas y espero que la población de la ciudad se apropie de este lugar y lo disfrute», explicó el arquitecto. Por su parte, el primer edil se mostró satisfecho porque «hemos cumplido nuestro compromiso y hemos respondido a la confianza que depositaron en nosotros los ciudadanos». Aseguró que «este puente nos ofrece un recorrido desde el que observar un Madrid respetuoso con su pasado, representado por el puente de Toledo; un Madrid volcado en la cultura, a través de nuevos espacios como Matadero; un Madrid abierto a la creatividad, representada en esos puentes gemelos o en esa playa que imaginaron unos niños; o un Madrid sostenible».