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Espíritu y letra

La Razón
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Estaba cantado que Contador se iba a encontrar con el peor de los ambientes en el Tour. En la presentación del equipo ya tuvo que padecer silbidos e insultos. Tal recibimiento ha servido para que los españoles nos solidaricemos con nuestro campeón y, en muchos casos, se saquen los pies del tiesto para devolver desafectos a nuestros vecinos.
El Tour ha conseguido en los prolegómenos que las siestas queden marginadas. Miles de españoles aguardaremos los kilómetros finales de etapa con más interés que nunca. A Contador le encontraron en el control antidopaje una muestra infinitesimal de clembuterol. Independientemente de la cantidad, que no puede afirmarse que sirva para proporcionar más potencia al corredor, ello es delito y como tal lo consideraron en Francia, país que ha liderado la lucha contra el dopaje. En Francia, el consumo y el transporte de sustancias prohibidas hace años que está castigado penalmente y por ello no extraña que haya animadversión hacia quienes están bajo sospecha como Contador.
El pinteño está pendiente de la sentencia final. Desde el punto de vista jurídico es probable que lo justo sería castigarle, pero teniendo en cuenta que en Tour solamente hubo un control adverso, que en Giro ha ganado sin prueba en contra, sería moralmente despreciable que al acabar el Tour de este año, y sin otra muestra adversa, fuera desposeído de títulos ganados y suspendido. Confiemos en su triunfo y en sentencia que atienda al espíritu más que a la letra.
Posdata. La Copa América tiene duelo entre compatriotas. En Madrid apuestan por Agüero y contra Messi.