Presentación

Los retos de la Docta Casa

García de la Concha (en la imagen) tendrá que esperar hasta el día 16 para tener un relevo
García de la Concha (en la imagen) tendrá que esperar hasta el día 16 para tener un relevolarazon

Cada etapa que se abre contempla sus propios retos. Víctor García de la Concha, en un prolongado mandato que ha durado doce años, al que ha dedicado tiempo, esfuerzo y dedicación, como ha reconocido recientemente, ha sacado adelante dos piedras angulares, dos desafíos fundamentales para la Real Academia Española que eran empeños o tareas que no admitían más retraso. Él mismo los definió, en declaraciones a este diario, como «los dos grandes códigos que, junto al diccionario, sustentan la unidad de la lengua». Esos dos proyectos eran la Gramática y la Ortografía –que tanta polvareda ha levantado en la opinión pública–.
El nuevo director de la Docta Casa no se ha quedado, sin embargo, sin retos ni metas que acometer. Una de las variables que nadie cuestiona de la RAE es la renovación constante de sus publicaciones, comenzando por el Diccionario, por ejemplo.
Lenguaje científico
Pero una de las deudas pendientes, y donde, sin duda, se tendrá que hacer hincapié, es en la presencia del español en la red. El mundo digital se ha convertido en uno de espacios donde las lenguas discutirán su hegemonía. El inglés, como primera lengua internacional de comunicación, goza de una considerable ventaja sobre el castellano, que debe reforzar su influencia en este medio. Además, es el idioma que se usa, por norma general, en muchos informes científicos. Si el español aspira a consolidarse como una segunda opción en este ámbito tendrá que avanzar en esta dirección, como se ha dicho con anterioridad en diversos congresos.
Cuatro años pueden ser pocos si en 2013 aguarda el tricentenario de la Academia. Una fecha que, según se prevé, tendrá su propia conmemoración. Para este año saldrá la nueva edición del Diccionario de la Real Academia Española. Será uno de los puntos de referencia. Y, también, el pretexto para continuar en la política panhispánica que se ha ido desarrollando durante este tiempo. La unidad del español es una de las mejores bazas con las que cuenta nuestro idioma. Para eso, habrá que continuar con el consenso del resto de las academias en las obras básicas de nuestro idioma. Pero también habrá que sacar adelante algunas cuestiones heredadas. Publicaciones que los lectores y los usuarios de la lengua esperan ya, como la edición de la Gramática básica, que será la más usada y consultada por los hispanohablantes. A él habrá que sumar otras tres obras: el manual de Ortografía, la Fonética y la Fonología. Aparte, claro está, de las tareas que puedan surgir y que vayan proponiendo el resto de las academias.