Esteban González Pons

El PSOE carga contra el PP para desviar la atención

A la desesperada, el PSOE recurrió ayer a la descalificación para salir al paso de cualquier atisbo de responsabilidad y arañar, en lo posible, votos para las próximas elecciones. Así, esperó el momento oportuno, o lo que es lo mismo, aguardó a que el PP se manifestase para cargar contra esta formación.

La Razón
La RazónLa Razón

Y el encargado de arremeter contra los populares no fue otro que el responsable de Relaciones Institucionales de los socialistas, Gaspar Zarrías, que llegó incluso a insinuar que los populares podrían tener algo que ver con la decisión de los controladores.

El rifirrafe político estaba servido. El primero en hablar y fijar posiciones fue el vicesecretario de Comunicación del PP, Esteban González Pons. En su comparecencia, instó a Zapatero a dar la cara en lugar «de esconderse detrás de Rubalcaba» y denunció su «clarísima incapacidad» para gestionar la crisis. «Si bien está claro quiénes son los culpables, también está claro quién es el responsable político de la situación: el Gobierno de Zapatero», matizó González Pons. Y abundando en esa línea de ataque directo contra el Ejecutivo, añadió que «estamos dispuestos a ayudar, incluso a intermediar, dada la incapacidad del Gobierno».

También incidió en que el Gabinete socialista retrasara para las vísperas del «puente más importante del año» la aprobación del decreto que ha hecho estallar el conflicto con los controladores. Acto seguido, para salvar el expediente, aclaró que el PP es partidario de que se tomen medidas penales contra los responsables.

La respuesta del PSOE fue inmediata y airada. Lejos de dar explicación alguna sobre los acontecimientos, Zarrías acusó al PP de situarse al lado de «los presuntos delincuentes» y en «contra de los ciudadanos» en un «ejercicio obsceno de oportunismo». «No se puede tener menos vergüenza», sentenció el dirigente socialista. También tuvo palabras para Rajoy al que reprochó que «estuviese en Fuerteventura disfrutando del sol» mientras Zapatero estaba «al frente de la nave». Aquí Pons se mostró tajante al asegurar que Rajoy no estaba de vacaciones sino «atrapado como miles de ciudadanos en un aeropuerto» y añadió que es a Zapatero a quien no se le ve por ninguna parte.

Y el enfrentamiento se tornó más violento cuando Zarrías insinuó la posible mano negra del PP en esta crisis y exigió a Rajoy y Pons que aclaren «qué han tratado con los controladores, de qué han hablado con ellos en las últimas semanas». Pero Zarrías ya tenía su conclusión: «Desgraciadamente me temo lo peor». Desde el PP negaron que hayan tenido reuniones o conversaciones con los controladores durante las últimas semanas. Así, pidieron al «kamikaze» del Gobierno (Zarrías) que no intente desviar la atención de los problemas reales.


Los sindicatos rechazan la actuación de los controladores
El sindicato Manos Limpias presentará hoy ante el juzgado de guardia de Plaza de Castilla una querella contra los controladores aéreos por un delito de abandono del puesto de trabajo de un servicio público y estudia señalar al ministro de Fomento, José Blanco, como responsable civil subsidiario. Un claro ejemplo de la postura de los sindicatos , que se han mostrado en contra de la decisión adoptada por los controladores aéreos. Desde UGT matizan su posición y aseguran que apoyan a los controladores aéreos tras la decisión del Gobierno de fijar sus condiciones laborales «vía decreto», pero discrepan del «procedimiento» de movilización adoptado por este colectivo, ya que ha implicado un caos aéreo en España. Fuentes de la sección sindical de UGT indicaron a Efe que el Ejecutivo central ha privado a los controladores, mediante un Real Decreto, la posibilidad de negociar sus demandas laborales, por lo que han manifestado su disconformidad. No obstante, las mismas fuentes han discrepado del «procedimiento» empleado por los controladores para presionar al Gobierno. «Hay otro tipo de métodos que se pueden usar y no llegar a estos extremos, que son lamentables», apuntan. Y es que, a juicio de los sindicatos, el problema es que los controladores carecen de «un planteamiento legal», por lo que han pedido que no se vincule esta acción con la que desarrollan los sindicatos para defender los derechos de los trabajadores.