La Coruña

Mourinho pudo ser apuñalado

José Mourinho, sin ser consciente de ello, sufrió un intento de apuñalamiento el pasado 25 de noviembre en el aeropuerto de La Coruña que se saldó con una agresión a uno de los miembros de seguridad del Real Madrid.

La Razón
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Madrid- El entrenador portugués ha sido totalmente ajeno al percance y la agresión, previa al partido ante el Deportivo, hasta ayer mismo, cuando el club finalmente se lo desveló, según informó ayer la Cadena Ser.
A la llegada al aeropuerto gallego, los jugadores madridistas se detuvieron a firmar autógrafos a los aficionados allí desplazados. Mourinho hizo lo mismo y en su corrillo se coló el presunto agresor. Ese individuo clavó «una especie de punzón o estilete» a Eduardo, uno de los guardaespaldas que acompañaban a la expedición y cubría, en ese momento, a Mourinho del habitual barullo. Las fuerzas de seguridad, gracias a las grabaciones del recinto aeroportuario, han fijado la búsqueda en un «varón alto cuyos gestos y miradas hacen sospechar que sea el autor», aunque todavía no lo han identificado.
Ya en el autobús, Eduardo fue atendido de una herida de unos cuatro centímetros a la altura del pecho, «bajo la axila», que no reviste gravedad. Obviamente, el conocimiento de la agresión ha dejado muy preocupado al técnico portugués. Precisamente, para evitar nervios y desconcierto a menos de 24 horas de disputar el partido frente al Deportivo, se ocultó al técnico y a los jugadores lo sucedido. El club también decidió reservárselo antes del partido ante el Málaga para evitar posibles alteraciones en el normal trabajo de la semana.
Por el momento, el Real Madrid parece que no va a reforzar el número de miembros de seguridad, ya que se considera que se trata de un incidente aislado que se pudo solventar. Otra cosa es si la situación tomara otro cariz, como ocurrió con Guti, cuando el de Torrejón sufría continuas amenazas –él y su familia– de un boxeador sordomudo, al que el centrocampista había tratado y ayudado con anterioridad. Aquello desembocó en un altercado automovilístico y la agresión a un vigilante de Valdebebas. En aquella ocasión se tomó la decisión de que dos guardaespaldas custodiaran a Guti.