Astronomía

La acampada en Sol

La Razón
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Las próximas horas nos dirán si Rubalcaba acata la decisión de la Junta Electoral o busca algún subterfugio para permitir que se mantenga la ilegalidad en la Puerta del Sol de Madrid, epicentro de un movimiento que es cada vez más político. Es evidente que existe fundamento para la «indignación». Hay cinco millones de desempleados, un horizonte económico muy preocupante y un paro juvenil de casi el 50 por ciento. Lo sospechoso es la coincidencia con unas elecciones que puede ganar el PP. Los indignados han estado muy silenciosos desde el inicio de la crisis. El fenómeno ha sido alimentado por los medios de comunicación, que hemos convertido una protesta de unos miles de personas en un fenómeno político de grandes dimensiones. No hay que olvidar que en algunas televisiones o periódicos sólo ha faltado que emprendieran una campaña de solidaridad con los jóvenes, muchos de ellos de clases medias y altas, concentrados en la Puerta del Sol. El aburrimiento de la campaña y el izquierdismo de muchos periodistas explica el alcance del fenómeno.