París

Merkel calienta el G-20 con críticas a EE UU

La crisis de la deuda soberana de algunos países de la eurozona centrará el debate de los ministros de Finanzas y los gobernadores de los bancos centrales del G-20 reunidos en París desde ayer y servirá también para preparar la cumbre de los países más ricos del mundo que se celebrará en noviembre en la ciudad francesa de Cannes.

Angela Merkel, ayer, durante un discurso ante los sindicatos
Angela Merkel, ayer, durante un discurso ante los sindicatoslarazon

Para calentar la cumbre, la canciller alemana, Angela Merkel, criticó a quienes piden desde fuera de la eurozona más medidas para atajar la crisis. El mensaje de la canciller alemana iba dirigido sobre todo a Estados Unidos, pero también al FMI o China, entre otros, por negarse «a la creación de un impuesto sobre las transacciones financieras» como propone la UE con el objetivo de recaudar 57.000 millones de euros a partir de 2014, fecha prevista para que entre en vigor. En un discurso en el congreso del sindicato IG Metall en la ciudad de Karlsruhe, Merkel advirtió de que la propuesta de poner en marcha eurobonos para cubrir a los países con problemas en los mercados de deuda por sus déficits excesivos no va a funcionar como una «medicina milagrosa». Asimismo, insistió en que no se puede descartar una quita de la deuda griega. En mitad de este debate ayer se conoció que 15.000 personas físicas y jurídicas de ese país evadieron impuestos por un importe total de 37.000 millones de euros, el 10% de la deuda pública griega, según informó el ministro de Economía, Evangelos Venizelos en una intervención parlamentaria. Venizelos, se lamentó de que sólo 25.000 griegos declaren ingresos por encima de los 100.000 euros y apenas 160.000 reconozcan ganar más de 50.000 euros.


«En juego el papel de Europa»
El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, advirtió ayer, horas antes del comienzo de la reunión del G-20 en París, de que la crisis de la deuda en la eurozona ha puesto «en juego el papel de Europa» en el mundo. «Una Europa influyente es una Europa fuerte y unida», sostuvo Barroso y defendió que el reforzamiento de Europa «permite reforzar a los estados».