Bruselas

La troika aterriza en Madrid para examinar con lupa a la banca

La Razón
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MADRID- Dos delegaciones, una del Fondo Monetario Internacional (FMI) y otra de la Comisión Europea, se encuentran en Madrid para supervisar el sistema financiero español y las cuentas públicas, respectivamente. Estarán hasta el día 26.

La presencia de los llamados «hombres de negro» es temida en los países que han sido rescatados, como Grecia, Portugal o Irlanda, cuyos ciudadanos vinculan la adopción de medidas de ajuste a su salida del país tras entrevistarse con las autoridades políticas y económicas.
No es el caso de España. La misión del FMI tiene como único mandamiento la vigilancia del sector financiero español dentro de las competencias firmadas en el MOU sobre ayuda bancaria firmado en julio. «Nuestro trabajo en este momento está centrado únicamente en el sector bancario y en la asistencia técnica que estamos ya ofreciendo», destacó el portavoz de la institución, Gerry Rice, «toda vez que España no ha solicitado ningún tipo de rescate ni apoyo financiero al Fondo». A lo largo de los próximos días, los enviados del FMI estudiarán con los catorce grupos bancarios españoles, el Ministerio de Economía y el Banco de España los resultados del test de estrés de Oliver Wyman y las consecuencias futuras para el sector.
La otra delegación, la de la Comisión Europea, llega a España dentro de las obligaciones derivadas de los procedimientos de déficit excesivo. España ha incumplido los objetivos marcados con Bruselas en los dos últimos ejercicios. Este procedimiento está previsto en el artículo 146 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea y contempla la adopción de medidas correctoras que son supervisadas por la Comisión Europea. Eso es precisamente lo que tratará de comprobar esta delegación en reuniones con los máximos responsables de los Ministerios de Economía y Hacienda y Administraciones Públicas.


La presencia de estas dos delegaciones en Madrid no tiene nada de excepcional, según fuentes del Gobierno, ni tampoco tiene carácter secreto, aunque siempre está rodeada de la máxima expectación y la mínima publicidad de su agenda de trabajo.