Bruselas

Que cunda el ejemplo por José Clemente

La Razón
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Después de la bajada de pantalones de Mario Draghi ante Jens Weidman, gobernadores ambos del BCE y del Busdesbank alemán, con las nefastas consecuencias para nuestro despegue económico en esta Europa de insolidaridad creciente entre el Norte y el Sur, sólo nos queda pedir copia y por triplicado de cada paso que demos o acuerdo que cerremos en Bruselas, porque está visto que las palabras se las lleva el viento y las armas las carga el mismísimo diablo, que, cuando se aburre, con el rabo mata moscas. Y nada mejor que aplicar a las copias triplicadas al Código de Buenas Prácticas puesto en marcha por el Gobierno regional, porque lo lógico es que en vez de tres copias, sólo sea una. Debemos seguir recortando gastos en la medida que nos sea posible, pues por ese camino y sólo por ese camino lograremos quitarnos la losa que ahora mismo nos desvela y nos deja sin resuello.
Por eso era de esperar ese Código de Buenas Prácticas que va dirigido a todo el personal de la administración autonómica, políticos incluido, para buscar una mayor coordinación de sus efectivos y lograr un mejor resultado en cada una de las acciones de Gobierno. Para el ahorro, una cultura de ahorro, y ¡que cunda el ejemplo!, ya que el tiempo no escampa y aunque lo haga seguiremos apretándonos el cinturón un rato más. Y, sobre todo, máxima responsabilidad ante los compromisos adquiridos con el cumplimiento del pago de la deuda y el control del déficit. España debe y puede salir de esta, cosa que nadie pone en duda, pero que nos exige de una austeridad a la que no estábamos acostumbrados cuando nos dejábamos llevar por la corriente. Ahora nos toca como a los salmones, nadar río arriba en aguas embravecidas y con la mejor de las sonrisas puesta.

Un Código de Buenas Prácticas como el aprobado venía dando vueltas en la cabeza de Valcárcel desde mucho antes y ha esperado a desarrollarlo tras la aprobación por el Congreso de los Diputados de una medida similar. Pero antes, ya recortó su asignación y la de los Diputados y altos cargos de la administración regional hasta donde pudo, y meses después sacó el Código de Buenas Prácticas en el que se incluye un uso racional de los vehículos oficiales; reducir los consumos en los departamentos del Gobierno; aprovechar los horarios para ahorrar en gasto eléctrico; suprimir mil teléfonos móviles; eliminar el color en las fotocopias y usar la cara en blanco posterior para aprovechar más el papel; acabar con los gastos suntuosos de vino, canapés y cócteles, así, un larguísimo etcétera que busca ejemplarizar ante el sufrido ciudadano.

Bienvenidas estas medidas de ahorro cuando todo el mundo exige a la administración que predique con el ejemplo, en lo bueno y en lo malo, aunque para la tranquilidad de quienes no lo sepan la práctica totalidad de los ayuntamientos de la Región se han aplicado planes de ajuste, y ahora se estudia la reducción del número de concejales, políticas de ahorro que han llegado antes al Defensor del Pueblo, la Asamblea Regional o las universidades. Como siempre, Murcia va un paso por delante.