Ginebra

Llega el telescopio «Trappist» el cazador de exoplanetas

El Observatorio Europeo Austral (ESO, por sus siglas en inglés) ha inaugurado este martes el nuevo telescopio robótico europeo 'Trappist' en el Observatorio La Silla de ESO en Chile. 

Este aparato está dedicado a estudiar los sistemas planetarios a través de dos enfoques: la detección y caracterización de planetas ubicados fuera del Sistema Solar (exoplanetas) y el estudio de cometas que orbitan alrededor del Sol. El telescopio de 60 centímetros de diámetro es operado desde una sala de control que se encuentra a 12.000 kilómetros de distancia, en Lieja, Bélgica. "Los dos temas del proyecto 'Trappist' son partes importantes de un campo de investigación interdisciplinaria emergente, la Astrobiología, que apunta a estudiar el origen y la distribución de la vida en el Universo", explica el investigador a cargo del estudio, Michal Gillon. "Los planetas terrestres similares a nuestra Tierra son objetivos obvios en la búsqueda de vida fuera del Sistema Solar, mientras se sospecha que los cometas han jugado un rol importante en la aparición y desarrollo de vida en nuestro planeta", agrega su colega Emmanul Jehin, quien dirige el área de cometas del proyecto. Así, 'Trappist' detectará y caracterizará exoplanetas realizando mediciones de alta precisión de las "disminuciones de luminosidad" que podrían ser causadas por exoplanetas en tránsito. Durante tales tránsitos, el brillo observado de la estrella disminuye levemente debido a que el planeta bloquea parte de la luz de la estrella. Cuanto mayor sea el planeta, más luz bloquea y más disminuye la luminosidad de la estrella. Un tránsito planetario ocurre cuando un cuerpo celeste pasa frente a su estrella anfitriona y bloquea parte de su luz. Este tipo de eclipse provoca cambios en la luminosidad aparente de la estrella y permite medir el diámetro del planeta. Al combinarlo con las mediciones de velocidad radial es posible también deducir la masa y, por consiguiente, la densidad del planeta. "El Observatorio La Silla de ESO, en los bordes del desierto de Atacama, es ciertamente uno de los mejores lugares astronómicos del mundo. Y ya que es hogar de dos magníficos buscadores de exoplanetas, no podríamos haber encontrado un mejor lugar para instalar nuestro telescopio robótico", dice Gillon. Los astrónomos de la iniciativa 'Trappist' trabajarán estrechamente con los equipos que usan 'Harps', en el telescopio de 3,6 metros, y 'Coralie', instalado en el telescopio suizo 'Leonhard Euler' de 1,2 metros, ambos en La Silla. 'Trappist' es una colaboración entre la Universidad de Lieja y el Observatorio de Ginebra, en Suiza. El telescopio está instalado en la estructura que alberga al antiguo telescopio suizo T70. 'Trappist' además será usado para el estudio de los cometas australes. Para este propósito, el telescopio está equipado con filtros especiales de alta calidad, que permiten a los astrónomos estudiar regularmente y en detalle la eyección de diversos tipos de moléculas desde los cometas durante su viaje alrededor del Sol. "Observando docenas de cometas cada año obtendremos un conjunto único de datos y tendremos importante información acerca de su naturaleza", señala Jehin. Concretamente, 'Trappist' es un telescopio robótico liviano de 0,6 metros, completamente automatizado y dedicado al rastreo de precisión y alta velocidad a través del cielo. El programa de observación es preparado con antelación y el telescopio puede desarrollar las observaciones toda la noche por sí solo. Una estación meteorológica monitorea el clima continuamente y decide si es necesario cerrar la cúpula. El nombre 'Trappist' se le dio al telescopio para subrayar el origen belga del proyecto. Las cervezas trapenses ('trappist') son famosas en todo el mundo y la mayor parte de éstas son belgas y, según indica la ESO, los miembros del equipo "realmente la aprecian".