Moda

Catalina para quitarse el sombrero

Catalina y Guillermo se convirtieron en los protagonistas indiscutibles durante su primera aparición por el desfile anual en honor del cumpleaños de la reina

Camilla, duquesa de Cornualles, es un referente del proceso que debe sufrir una mujer que se introduce en el círculo de la monarquía británica.
Camilla, duquesa de Cornualles, es un referente del proceso que debe sufrir una mujer que se introduce en el círculo de la monarquía británica.larazon

Más de 1.400 oficiales, 200 caballos, 400 músicos y 20 aviones participaron ayer en el desfile anual en honor de la Reina Isabel II, llamado «Trooping The Colour» (Agrupamiento de los colores), y, sin embargo, las miradas estuvieron centradas sobre todo en dos personas: los duques de Cambridge. Catalina y Guillermo volvieron a acaparar toda la atención en su primer desfile. Él a lomos de un corcel gris, y con sus mejores galas, cabalgó junto a su padre, el príncipe Carlos, el duque de Kent y la princesa Ana, como escolta de la carroza de la reina, que iba acompañada de su marido, el duque de Edimburgo. Detrás, en una calesa, iban el duque de York, el príncipe Enrique, la duquesa de Cornualles y Catalina, duquesa de Cambridge.

Todo el boato del mundo acompaña siempre a la celebración del cumpleaños de la reina, que este año cumplió 85. Desde el siglo XVII se celebra este tradicional desfile para conmemorar una batalla en la que los soldados se agruparon bajo un mismo color para reconocerse. Esta vez el protagonismo recayó en la joven pareja, que fue vitoreada por los londinenses durante todo el trayecto entre el Palacio de Buckingham y la explanada de Whitehall, donde Isabel II pasó revista.


Cuidado estilismo
Catalina saludó durante todo el trayecto, mientras sonreía y observaba a su marido, que estuvo impecable en la formación de oficiales. Para la ocasión, ella eligió un conjunto en color marfil, con chaqueta de doble botonadura y un sombrero negro. Al igual que Camilla, utilizó una tradicional manta escocesa sobre las rodillas para resguardarse del frío. A su lado se sentaron el príncipe Enrique, con su uniforme del Ejército del Aire y boina azul, el príncipe Andrés y Camilla, que volvió a acertar con una elegante chaqueta color crema, un sombrero de ala ancha a juego y una de perlas.

En su primer acto oficial, el duque de Cambridge desfiló con el tradicional gorro de piel de oso y la casaca roja del ejército, sobre la que destacaba la banda azul y la medalla de la Orden de la Jarretera.

Durante todo el trayecto los recién casados se mantuvieron separados para reencontrarse al final del acto en el balcón del Palacio, desde donde observaron el desfile aéreo junto a otros miembros de la familia real, como la princesa Eugenia –con chaqueta negra y detalles blancos, así como un sombrero a juego con lazo blanco–, Lady Louise Windsor y Sophie, condesa de Wessex, entre otros.


Un ejemplo a seguir
Camilla, duquesa de Cornualles, es un referente del proceso que debe sufrir una mujer que se introduce en el círculo de la monarquía británica. Al principio, su manera de vestir era caprichosa, incluso llegó a ponerse ropa que no la favorecía. Pero hace un par de años, coincidiendo con el aumento de sus apariciones públicas junto a Isabel II, fue refinándose. Ahora, utiliza sobre todo colores muy claros, cremas, blanco o amarillo pálido, y hasta se atreve con uno de los colores favoritos de la reina, el azul pálido.