Empieza el bipartito por Carlos Rojas

Esta semana se ha consumado en el Parlamento Andaluz el pacto entre IU y PSOE. Ambos partidos fueron los derrotados en las pasadas elecciones autonómicas y, sin embargo, gobernarán. En el debate de investidura, Javier Arenas volvió a ganar a Griñán. El PP llevó al debate los asuntos que interesa resolver urgentemente y ofreció acuerdos, conocimiento, seguridad y concreción. Arenas demostró, que tiene un proyecto sólido para Andalucía
La sesión de investidura ha sido una especie de «coinvestidura», ya que habrá dos cabezas visibles dirigiendo el gobierno, una del PSOE y otra de IU. La experiencia de este tipo de acuerdos –que se hacen para seguir ocupando el poder y cortar el camino del cambio elegido por la mayoría de los ciudadanos– no suele ser positiva. Los gobiernos «multipartitos» suelen tardar más en tomar decisiones, tienen mucho debate interno y muchos «tiras y aflojas» que dan lugar a un retraso en la aplicación de las acciones de gobierno. Y es que no se puede olvidar que partimos de una unión artificial cuyo fin primero es ocupar el poder, lo que se ha denominado «pacto de sillones» entre dos partidos que tenían un programa de gobierno muy diferente y que, de hecho, se han venido atizando de lo lindo en multitud de enfrentamientos dialécticos en el propio Parlamento Andaluz durante estos años.

En definitiva un gobierno bipartito de estas características va a sembrar de inseguridad jurídica Andalucía, porque un día saldrá por un lado y otro día por otro, ya que no se adivinará un rumbo concreto ni un proyecto definido para nuestra comunidad. Una muestra de esto ha sido el propio discurso de investidura del Sr Griñán, que ha vuelto a decepcionar. Sus palabras no tenían dirección ni rumbo. No se atrevía a decir nada por no incomodar a quien tenía que darle los apoyos. Ninguna novedad, ninguna ilusión. Lo único que definió con claridad es que los andaluces tendremos que pagar más impuestos con la puesta en marcha de la Fiscalidad Ecológica, un elemento más para preocuparnos todos por la falta de estímulos que se pueda dar a la inversión en nuestra comunidad.

Griñán estuvo gris tirando a oscuro. Nada de autocrítica sobre sus gobiernos, los del PSOE, que han dejando a Andalucía en una situación límite con 1.329.000 desempleados. Transmitió inseguridad y flaqueza. Filosofó en demasía y concretó pocas cosas. Ni siquiera dijo de qué partidas detraerá los 2.700 millones de euros que presupuestó de más. Mal comienzo para una época en la que necesitamos decisiones firmes y concretas.

Carlos Rojas
Portavoz del Grupo Popular en el Parlamento de Andalucía