«Matías ha dado una bofetada desde el cielo a Gómez»

El día de ayer, para Elena y su hija, fue complicado. Fue un día de contrastes en el que, a primera hora, se enfrentaron a decenas de periodistas y, más tarde, trataron con la Infanta Elena y el secretario de Estado para el Deporte, entre otras autoridades. Fue un día agridulce en el que no dejaron de recordar a Matías llenas de fuerza, entereza y convicción.– ¿Merece la pena todo ésto?– Claro. Ha hecho un daño irreparable a todas su familia y ha manchado el nombre de mi marido, que ya no se puede defender. Lo teníamos que hacer por él. – ¿Cómo se enteraron de que Tomás Gómez había pedido la imputación de Matías?– Llegué al trabajo y a a los pocos minutos, el conserje me trajo los periódicos con la cara de mi padre. Recuerdo su cara. Pálida. Entré en internet y todas las webs de los medios de comunicación contaban que mi padre había sido acusado de corrupción. Luego llamé a mi familia.– ¿Qué hicieron?– Pudimos hacer muy poco. Empezaron a llamarnos de todos lados, ya que mi familia vive en Andalucía, nosotros vivimos en Madrid y veraneamos en la Sierra. La mayoría de la gente no dudaba de la honorabilidad de mi marido, pero hubo mucha gente que no llamó y que ahora nos miran cuando entramos en la cafetería de al lado de casa, o cuando vamos a cualquier sitio donde conocían a Matías.– ¿Qué habría hecho Matías?– No lo hubiera consentido. Yo creo que la entrega de la medalla ha sido una bofetada que mi marido ha mandado a Tomás Gómez desde el cielo. – El galardón habrá sido un revulsivo para la familia.– Fue una alegría inmensa y el empuje que necesitábamos para decidirnos a poner la denuncia para restablecer su honor. – ¿Qué esperan ahora?– Que pida disculpas del mismo modo que divulgó «a bombo y platillo» acusaciones contra mi marido. Y que se retracte. Que saque de esa lista el nombre de Matías.