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Viajes tras las huellas de Tintín

A Tintín, nacido en Bélgica hace ochenta años de la pluma del dibujante Hergé, se le recuerda casi siempre de viaje, recorriendo con sus amigos desde África y el fondo del mar a la superficie de la Luna. Gracias a la imagen en televisión, sin necesidad siquiera de abandonar sus viñetas, el intrépido reportero sirve de guía para conducir a los espectadores por los mismos escenarios que se dibujaron para él y son reconocibles aún hoy.

Viajes tras las huellas de Tintín
Viajes tras las huellas de Tintínlarazon

La serie, que se emite en el canal «Viajar» (visible en plataformas de pago), que se emitirá todos los domingos, hasta el día 1 de agosto, combina los dibujos con el mundo real, gracias a la cámara subjetiva y las técnicas de incrustación de viñetas.En el primero de los capítulos, inspirado en el álbum de «Los cigarros del faraón», emitido ayer, Tintín siguió las huellas de los contrabandistas de opio en una aventura que le llevó al corazón de Egipto, a los monumentos faraónicos y a la misteriosa India. Allí residió en el palacio de un Marajá y, como se muestra en las imágenes actuales, se puede revivir la experiencia de alojarse en ellos e incluso pasear a lomos de un elefante.«El loto azul» continuaba las aventuras iniciadas en el anterior libro, y nos adentrará en el corazón de China donde, si todavía existen rastros del Shangahi colonial, que Hergé retrató bajo la ocupación japonesa, es hoy una gigantesca metrópoli.El tercer episodio lleva a los espectadores amantes de los espacios de viajes hasta «Tintín en el Tíbet», uno de los destinos más espectaculares para el turismo de aventura que Tintín recorrió en busca de su amigo Chang, desaparecido tras un accidente de avión en Nepal. En viaje, apasionante que se realiza por Nueva Delhi, lo lleva a toparse con dos monumentos hoy declarados Patrimonio de la Humanidad como el alminar de ladrillos más alto del mundo, el Minar Qutub, emblema del arte islámico; el fuerte rojo de Delhi que debe su color a la arenisca que lo cubre; la Jama Masjid o Mezquita del Viernes, una de las más grandes de toda India; el complejo religioso de Swayambhunath, muy conocido por los monos que lo merodean y otros templos hindúes y la cordillera del Himalaya.En el norte de África Tintín recorre el Marruecos actual desde las páginas de «El cangrejo de las pinzas de oro», en un viaje desde los puertos de Bélgica al desierto africano. Las caravanas de beduinos y camellos, y los bazares, son los escenarios en los que se desarrolla esta aventura.El último episodio está dedicado a Suramérica, a «El templo del sol», donde Tintín y sus amigos recorren la selva amazónica y los Andes hasta llegar a un monumento de la época prehispánica como Machu Pichu, donde la vieja cultura inca, con sus ritos, se revive en las viñetas del dibujante belga.Los turistas pueden pasear en elefante, como hizo el intrépido reporteroLa imaginación de HergéResulta sorprendente la fidelidad de los escenarios dibujados por Hergé al situarlos junto a los espacios filamados hoy por los reporteros del canal de viajes. El fenómeno se produce desde «El loto azul». Gracias a un sacerdote amigo, contó con la colaboración de un joven estudiante chino de la universidad de Lovaina, Tchang Tchong-Ten, de la Academia de Bellas Artes. Con su ayuda, el padre de Tintín y sus amigos Milú, el capitán Hadook, el profesor Tornasol o los detectives Hernández y Fernández, se adentró en la cultura china. A partir de entonces se documentó a fondo sobre los países que iba a visitar su reportero.