Frialdad monstruosa

La mujer de Santiago del Valle ha confesado, en «El programa de Ana Rosa», que fue su marido quien asesinó a Mari Luz, que sabía que estaba viva cuando la arrojó a la ría de Huelva, y todo para evitarse una posible condena. Es decir, que era perfectamente consciente de lo que hacía y, con una frialdad monstruosa, decidió ejecutar a Mari Luz.

La validez del testimonio televisivo depende del momento en que se produce. A priori, nada que ocurra fuera del procedimiento judicial tiene trascendencia. Sin embargo, si el testimonio es anterior a la calificación definitiva de los hechos, y a los informes, esto es, anterior a la valoración de las pruebas y a la determinación de la participación de los acusados, antes de que el juicio se declare visto para sentencia, las partes pueden pedir la suspensión de la vista y la toma de una nueva declaración por existir «revelaciones inesperadas». Pasado este momento, el juzgador sólo puede tener en cuenta las pruebas que se han practicado en el juicio. Sólo quedaría, entonces, la posibilidad de solicitar una nueva declaración de Isabel García en Apelación, además de acusarla de falso testimonio.

Pese a todo, las pruebas deben valorarse en su conjunto, y existen suficientes pruebas físicas para dictar sentencia, sin necesidad de este nuevo testimonio.