Ni pies ni cabeza

¿Cómo es posible que ayer, cuando se cumplía un mes y veinte días de las últimas elecciones municipales y autonómicas, Luisa Fernanda Rudi estuviese celebrando todavía su debate de investidura como futura presidenta de Aragón? ¿Cómo es posible que en Asturias anden todavía más retrasados? ¿Cómo es posible que en el mundo actual, tan avanzado tecnológicamente, y con la que está cayendo, los nuevos Gobiernos autonómicos hayan tardado más de un mes en formarse y en comenzar a funcionar? Desde mi punto de vista, no tiene ni pies ni cabeza. Ya sé que cuando no hay mayorías absolutas se necesitan pactos para gobernar, y que eso lleva su tiempo, pero cincuenta días son muchos días. Todos estos plazos me parecen muy largos y habría que acortarlos. Otro tanto sucede con la formación del Gobierno central, que también lleva su tiempo. Aquí sí que hace falta una reforma en profundidad de la normativa en vigor.
Otro asunto que no tiene ni pies ni cabeza es el planteado a finales de la semana pasada por el candidato socialista a la presidencia del Gobierno para ir hacia el modelo electoral que funciona, mejor dicho que no funciona, en Alemania. Resulta que Rubalcaba quiere copiar el sistema germano y lo va a hacer cuando en este país han decidido dar marcha atrás y piensan introducir cambios porque el régimen no tira. Don Alfredo y su equipo podían haberse estudiado con más detenimiento la situación en aquel país, antes de tirarse a la piscina para hacer otro guiño a los del 15-M con una propuesta de este tipo. Estoy de acuerdo en que se debe cambiar el sistema electoral, pero habrá que hacerlo con pies y con cabeza.