La economía sigue sin recuperarse por la caída del consumo y la inversión

La ralentización ha sido mayor de la esperada pese a que el Instituto Nacional de Estadística ha revisado una décima al alza el avance registrado en el primer trimestre (0,4 % trimestral y 0,9 % interanual), lo que deja muy en el aire el 1,3 % de crecimiento del PIB para 2011 previsto por el gobierno.

Aunque el sector exterior es la principal fuente de crecimiento, sobre todo gracias al turismo, ha bajado las exportaciones, especialmente a las economías europeas sacudidas por la crisis. El empleo cae un 1 % interanual o 172.000 puestos de trabajo.

A ello se une la situación de la economía global, atenazada por las dudas sobre la recuperación de EEUU y los países de Europa.

La incertidumbre seguirá al menos hasta la reunión de septiembre (días 20 y 21) de la Reserva Federal estadounidense, pues su presidente, Ben Bernanke, reconoce la debilidad de la recuperación (el PIB crece a un ritmo del 1 % interanual tras revisar el gobierno a la baja el crecimiento del segundo trimestre) y afirma que habrá nuevas medidas de estímulo, pero sin aclarar en qué consisten, lo que mantendrá en vilo a los mercados en las próximas semanas.

El debate nacional se centra estos días en el acuerdo alcanzado por PSOE y PP para reformar la Constitución y establecer en ella una disciplina de equilibrio presupuestario de las administraciones públicas.

El pleno del Congreso decidirá este martes si se tramita con carácter urgente la reforma.

Los dos partidos mayoritarios también se han comprometido a sacar adelante una futura ley orgánica que fije en un 0,4 % el déficit estructural global de las administraciones públicas en su conjunto.

El Ejecutivo ha decidido mantener el empleo (temporal o en prácticas) antes de que haya más parados, por lo que ha promovido un nuevo contrato de formación para jóvenes de hasta 30 años y ha suspendido el límite para encadenas contratos temporales para hacer fijo a un trabajador.

Esta es una de las medidas urgentes aprobadas en un decreto ley por el Consejo de Ministros para la promoción del empleo juvenil, la estabilidad en el empleo y los programas a parados que han agotado el subsidio (ayuda de 400 euros).

El Tesoro adjudicó 2.941 millones de euros en letras a tres y seis meses, y por segunda semana consecutiva logró pagar menos gracias al respaldo del Banco Central Europeo, que volvió a adquirir deuda soberana europea.

La bolsa española ganó un 0,54 % en la semana, tras cuatro en negativo y pese a caer el viernes un 1,37 %, arrastrada por las dudas sobre la solidez de la recuperación económica, lo que dejó el IBEX-35 en 8.135,5 enteros.

Wall Street también dejó atrás cuatro semanas de números rojos y se apuntó en la que termina una subida del 4,32 %, con el Dow Jones en 11.284,54 puntos.

Los mercados europeos se abonaron a las alzas, con París al frente de las ganancias (+2,34 %), y los asiáticos acusaron la rebaja de la deuda soberana nipona por Moody's y se decantaron por la incertidumbre.

El mercado petrolero se mantuvo pendiente del eventual desenlace del conflicto armado en Libia. El barril de crudo Brent cerró a 111,36 dólares (+2,5 %), y el de Texas a 85,37 (+3,64 %), tras un comienzo de semana a la baja.

El euro cerró en Fráncfort con una moderada tendencia alcista, a 1,4460 dólares.

La cotización del oro vivió una de las semanas más agitadas de su historia.

En Nueva York, el dorado metal, que cerró la semana a 1.827,95 dólares/onza (d/o), logró el lunes el precio más alto de su historia al cotizar a 1.897,6 d/o, para estrellarse dos días después hasta 1.759,32, su segundo desplome más pronunciado.

En Londres ocurrió algo similar: el martes subió hasta 1.886,5 d/o, un récord, para caer el jueves hasta 1.716,5, y cerrar la semana a 1.787 d/o.