Consejo de Ministros
Mas creará una Hacienda catalana aunque el Estado quiera impedirla
BARCELONA- Cataluña no es un Estado, pero Artur Mas está cada vez más determinado a comportarse como si lo fuera. La gran ambición del presidente de la Generalitat a lo largo de esta legislatura es lograr la soberanía fiscal y para eso es imprescindible contar con una Hacienda propia. En rigor, también es imprescindible que el Gobierno lo permita, pero nada detendrá a Mas. «Cataluña tendrá Hacienda propia por la vía del pacto fiscal o por la vía del propia decisión», anunció ayer, desafiante.
El dirigente nacionalista ya había mostrado estas intenciones durante la clausura del congreso de Convergència a finales de marzo. La diferencia es que ayer lo hizo con la solemnidad que otorga el Parlamento de Cataluña. El presidente ha perdido el miedo a la confrontación con el Gobierno. Así lo ha demostrado esta semana, anunciando una batalla para defender el autogobierno catalana de la «ofensiva recentralizadora» del Gobierno. Si acaso mantiene el respeto, pero no es paralizante.
Mas aseguró ser consciente de que el rumbo que piensa emprender no cuenta con precedentes, pero la aventura está decidida. «Nunca se había planteado así por parte de ningún Gobierno de Cataluña. Será la primera vez que nos enfrentaremos y nos adentraremos en un escenario desconocido», afirmó el president.
Para este viaje lleno de incertidumbres, Mas reclamó a los partidos catalanes ir «todos a una, dentro y fuera del Parlamento catalán». El president quiere agotar las posibilidades de negociación con el Gobierno para lograr un pacto fiscal similar al vasco, pero no descarta que esta vía fracase. Llegado este extremo, Mas se echará al monte. «Es irrenunciable», sentenció.
En realidad, al presidente de la Generalitat no le asusta que el Gobierno responda a la propuesta del pacto fiscal con un portazo. De hecho, prefiere que sea lo más sonoro posible porque la brusquedad estimulará «el derecho a decidir» a su entender. En privado, los dirigentes de CDC no lo ocultan: «Lo peor que puede pasar es que no haya respuesta. Es preferible que sea negativa, incluso contundente».
En paralelo al anuncio sobre la Hacienda catalana, el Govern continuó con el goteo de pleitos contra el Gobierno. El consejero de Bienestar Social y Familia, Josep Lluís Cleries, explicó que la Generalitat planea llevar al Gobierno a los juzgados de lo contencioso-administrativo si los Presupuestos no consignan los recursos que pertocan a la Ley de Dependencia.
La sesión de control en el Parlament también estuvo marcada por un nuevo duelo entre Mas y Alicia Sánchez-Camacho. La presidenta del PP manifestó al titular de la Generalitat su irritación por el constante «victimismo» que practica, sea con el déficit fiscal, sea con las autopistas de peaje, sea con la situación de Bankia. «Estamos cansados de la cancioncilla de que toda la culpa es de Madrid», criticó Sánchez-Camacho a Mas.
El president no perdió la ocasión para realizar un nuevo ejercicio de política ficción en clave de agravio a cuenta de la situación bancaria pese a admitir las ayudas del Estado a las cajas catalanas. «Si La Caixa estuviera a los pies de los caballos, la que nos caería sería espectacular», auguró.
Reunión con el PP para tratar el pacto fiscal
El próximo jueves 17, coincidiendo con la reunión del Consejo de Política Fiscal y Financiera, Mas se verá con la presidenta del PP, Alicia Sánchez-Camacho. El objetivo del presidente de la Generalitat es intentar acercar al PP a su iniciativa de pacto fiscal.
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