Buenos Aires

Chávez obligado a vaciar las cárceles: 20000 presos fuera

La nueva y flamante ministra Iris Varela ha encontrado una solución para descongestionar las prisiones venezolanas: todos a la calle. La responsable de la cartera de prisiones anunció un plan de «descongestión» por el que serían liberados un 40% de los presos del país.

La cárcel de El Rodeo fue escenario de un motín el pasado mes de junio
La cárcel de El Rodeo fue escenario de un motín el pasado mes de juniolarazon

En una entrevista, Varela dijo que «de 50.000 presos del país, 20.000 deben estar fuera de la cárcel, merecen y es justo que estén afuera» y aseguró que había recibido en sus manos una «patata caliente».

La funcionaria no precisó cómo piensa afrontar el importante tráfico de drogas y armas que existe en las cárceles venezolanas. Además, los familiares de los presos han denunciado en repetidas ocasiones que éstos deben pagar una cuota semanal para comer o dormir. El ministerio de Varela fue creado por Chávez, según anunció él mismo en una llamada telefónica a un programa de televisión estatal. «Hay que convertir la cárcel en un centro de formación del hombre nuevo», dijo Chávez en antena. «Que salga transformado, capacitado para la vida, para el amor, eso es perfectamente posible». Las ONG han denunciado en los últimos años el hacinamiento en las prisiones del país, que quedó en evidencia durante el motín en junio en la cárcel El Rodeo, cerca de Caracas, con capacidad para 1.300 presos pero en la que había 4.800. Durante 27 días, un millar de presos resistieron con armas de fuego un intento gubernamental por controlar el recinto con unos 5.000 miembros de la Guardia Nacional Bolivariana.

Por otro lado, abrir las puertas de las cárceles en un país tan inseguro podría resultar una bomba de relojería. En Venezuela el Gobierno no entrega cifras de violencia desde hace años y es la Prensa la que semanalmente presenta estadísticas sobre crímenes basándose en el número de cuerpos que ingresan a las morgues.

Casi 50 homicidios por cada 100.000 habitantes se registraron el año pasado en Venezuela, lo que lo coloca como uno de los países más peligrosos del mundo junto con Honduras, El Salvador y Guatemala, donde el número también oscila entre los 35 y los 60.

Y es que el índice de homicidios en Venezuela aumentó en un 256% entre 1998 y 2010. Durante el pasado ejercicio, el país bolivariano registró 17.600 asesinatos, superando también a México, donde se produjeron 15.273 muertes relacionadas con la violencia de los cárteles de la droga.

En anteriores ocasiones el Gobierno ha intentado responder sin éxito a la crisis carcelaria. En 2004 el gobierno decretó una «emergencia penitenciaria». Dos años más tarde lanzó un Plan de Humanización Penitenciaria que incluía entre otros aspectos la creación de una red de orquestas en algunos centros de reclusión. Parches a la bolivariana que no taponaron el reguero de sangre y ahora, en vez de invertir los petrodólares en nuevas prisiones y mejoras, deciden soltar a los reos… El mundo al revés.


«This is my new look»
Hugo Chávez hizo ayer su primera aparición pública al participar en la ceremonia de juramento de varios ministros y en ella se pudo apreciar la pérdida de cabello motivada por la quimioterapia a que es sometido en su lucha contra el cáncer. «This is my new look [es mi nueva imagen]», bromeó el jefe de Estado en inglés al aludir a su cabeza rapada, en la que aparecían pequeñas calvas, que lució en el acto oficial. Sobre la caída del cabello, explicó que la quimioterapia «ataca con prioridad aquellas células del cuerpo que experimentan rápido crecimiento», entre las que citó el folículo capilar. «Eso indica que está funcionando el tratamiento», agregó Chávez.


Los fiscales, «fábricas de presos»
La ministra de prisiones Iris Varela afirmó que en Venezuela hay una «fábrica de presos» debido, entre otros motivos, al bono de productividad que reciben los fiscales por encarcelar al mayor número de reclusos, práctica a la que dijo que quiere poner fin. «Si un juez me pone traba, le digo a la presidenta del Tribunal Supremo que lo saque del cargo», advirtió la ministra. Los fiscales se lucran gracias a los procesos penales abiertos más allá de que acaben en condena o no. En la mayoría de los casos, imponen fianzas impagables y presos acaban esperando años en las cárceles a que se celebre el juicio.