Mas no descarta pactar con el PP si llega a la Generalitat

«Un tripartito con CiU al frente no sería mucho mejor que el que tenemos ahora. No es la fórmula que Cataluña necesita». Con estas declaraciones, Artur Mas dejó ayer muy claro que buscar un pacto a tres no es su objetivo en las elecciones catalanas. Las encuestas le dan a CiU una holgada ventaja pero sin llegar a mayoría absoluta y, por eso, la pregunta del millón es con quién quiere Mas embarcarse en el gobierno de la Generalitat.

La respuesta es simple, el candidato de CiU aspira a gobernar en solitario buscando apoyos puntuales. Pero explicó que si la mayoría no es suficiente para gobernar con pactos puntuales, abrirá las negociaciones con la formación que quede segunda y seguirá por orden de votos. «Miraremos los programas a ver qué coincidencias hay», apuntó el convergente, que, a diferencia de Montilla no descarta un pacto con el PP que lidera Alicia Sánchez-Camacho. Además, recordó que el «mayor rédito» para el autogobierno de Cataluña se consiguió a raíz de los «Pactos del Majestic» que en 1996 llevaron a Aznar a La Moncloa.

Ambos partidos han marcado como objetivo prioritario la salida de la crisis y coinciden en que las medidas de la Generalitat no son suficientes. No obstante, los vaivenes de la federación nacionalista en el independentismo son un punto de fricción importante entre ambas formaciones. De hecho, Artur Mas aseguró a Catalunya Ràdio que en un hipotético referéndum soberanista él votaría «sí», aunque defiende que no es el momento de plantear aventuras independentistas porque provocarían «división», y apuesta por lograr el concierto económico.

Ante este panorama, la presidenta del PP catalán aseguró que «Mas se equivoca empezando a repartir consejerías o hablando de posibles pactos de gobierno». También advirtió que el convergente «va dando tumbos, pasando de referéndums independentistas a decir que no hace falta reformar la Constitución».


Duran pide moderación
Los vaivenes independentistas que líderes de Convergència están realizando han obligado al secretario general de CiU, Josep Antoni Duran Lleida, a exigir orden. El presidente de Unió alertó ayer en su comentario por internet que el «núcleo duro» de CiU no puede ser el soberanismo, sino «la eficacia en la gestión y los asuntos relacionados con la economía y el bienestar». Otro tirón de orejas fue para el eurodiputado Ramon Tremosa. Sin citarle explícitamente, pidió «disciplina en las declaraciones públicas», es decir, no comparar a Montilla con Franco como hizo Tremosa.