Nueva York
Papandréu renuncia al referéndum para salvar su cabeza
El Parlamento griego parecía ayer el escenario de una tragedia clásica. Diputados y periodistas corrían por sus pasillos de mármol –adornados con los bustos de Pericles, padre de la democracia ateniense– de reunión en reunión, mientras se sucedían febrilmente los rumores y los desmentidos
MADRID- El primer ministro, el socialista Yorgos Papandréu, inició la mañana con una reunión del Consejo de Ministros en la que se le entregó una carta suscrita por un centenar de diputados de su partido en la que se le instaba a formar un Gobierno de unidad nacional para acabar con la crisis política del país.
Consciente de que la división de su partido haría muy difícil que el Gobierno superara hoy la moción de confianza, Papandréu decidió volver a mover ficha para garantizar su supervivencia política. Ofreció a la oposición retirar la consulta popular sobre el segundo plan de rescate europeo a cambio de que los conservadores respalden en el Parlamento el pacto aprobado hace una semana en Bruselas. Para ello, el Gobierno necesita 180 de los 300 diputados de la Cámara. «Si la oposición está dispuesta a negociar, nosotros estamos dispuestos a ratificar e implementar el acuerdo de rescate financiero», sentenció el primer ministro heleno.
El líder de Nueva Democracia (ND), Antonis Samaras, cogió el guante y aceptó respaldar el programa de rescate, que prevé la quita del 50% de la deuda griega y un préstamo de 130.000 millones de euros, a condición de que Papandréu dimita y se convoquen elecciones en seis semanas.
«Teníamos tres alternativas, la primera, una catastrófica, era convocar elecciones anticipadas; la otra alternativa era el referéndum; y la tercera solución era alcanzar un consenso más amplio», explicó por la tarde el líder socialista en el Parlamento.
Confirmación
Ante la ambigüedad de Papandréu, hubo que esperar a la confirmación del ministro de Economía, Evangelos Venizelos: «El Gobierno anuncia de forma oficial que no avanzará hacia un referéndum». Según Venizelos, «es positivo enviar un mensaje a los socios [comunitarios] de que no se celebrará un referéndum».
Tras una jornada de infarto, los máximos dirigentes de los dos principales partidos griegos debatían anoche la composición de un Gobierno de unidad nacional que frene la incertidumbre provocada por Papandréu el lunes, al anunciar una consulta convertida en un plebiscito sobre la permanencia de Grecia en la eurozona.
Las posiciones de partida, sin embargo, son difíciles de conciliar. Samaras ya ha advertido de que no aceptará entrar en un Gobierno del que forme parte Papandréu, al que acusa de «chantajista» y «mentiroso». Mientras, el primer ministro descarta convocar elecciones anticipadas porque sería «catastrófico». «No se puede empezar a formar un Gobierno de consenso sin un calendario, una plataforma. No puedo permitir que haya un vacío de poder en tiempos tan cruciales», explicó Papandréu.
Al cierre de esta edición, las espadas seguían en alto. Representantes de los dos partidos mayoritarios negociaban contra reloj para acabar con un «impasse» polítco que acabará con la moción de confianza que el Parlamento votará esta medianoche.
Las bolsas festejan la buena nueva
El bálsamo que necesitaban los atribulados inversores lo aplicó ayer el pacto político en Grecia y la anulación del referéndum. De la venda ya se encargó el BCE con la bajada de tipos al 1,25%. Cualquier buena noticia se agradece en los mercados, y éstos subieron en toda Europa, aunque el Ibex 35 fue el más rezagado con un repunte de tan sólo el 1,61% –recuperó los 8.700 puntos–. El Dac parisino y el Dax de Fráncfort subieron el 2,95% y el 2,84%, respectivamente, mientras que Milán encabezaba las ganancias con un 3,2%. Lisboa se revalorizó un 2,5%; Londres, un 1,28%, y Nueva York, un 1,76%. Sólo al cierre el temor a una nueva recesión contuvo las subidas.
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