Izquierda abertzale

El regalo de Rubalcaba

La Razón
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Si alguien le quiere hacer a Rubalcaba un regalo que le haga realmente ilusión no tiene más que comprarle un comunicado de ETA, con timbre y todo como las bicis, que amague la autodisolución de la banda, aunque sea de modo confuso y tramposo. El caso es poder venderla como tal autodisolución en esta campaña electoral. El problema es que no hay tiendas que vendan esa clase de juguetes y que éstos se compran directamente en fábrica, o sea a ETA. El problema es que ETA sueña con sus propios juguetes y está demasiado crecida porque los Reyes Magos del Constitucional le trajeron todo los que les había pedido en la carta del Gudari Eguna de 2010 que escribió hace ahora exactamente un año. Bildu ha sido la recompensa por un comunicado de autodisolución que no llegó nunca ni como amago y que no puede suplirse con el sucedáneo de ese pronunciamiento de sus presos por «el final de la violencia».
Lo previsible es que, en el comunicado del Gudari Eguna de este año, ETA se comporte como el niño consentido y tiránico que les pide a los Magos de Oriente la bici, la moto, la negociación política y el coche de bomberos; un programa de máximos que abunde en la actitud chulesca de Bildu, su megáfono oficial, y que exija, al Gobierno que salga de las urnas del 20-N, pasos que le hagan merecedor de esa disolución eternamente aplazada.
En un país normal, un comunicado semejante de ETA sería una verdadera guarrada para Rubalcaba. En un país decente, Rubalcaba sería el primero en no desear un comunicado para este Gudari Eguna y en preferir que ETA guarde silencio. Pero, en la España de hoy, un comunicado así a Rubalcaba le ayuda porque insinúa que, fuera de él, no hay «esperanza».