Bruselas

Grecia atrapada en el caos político y social

El Gobierno griego celebrará en la tarde de este domingo un Consejo de Ministros informal y extraordinario para abordar la actual situación política del país.

Papandréu negocia contrarreloj y asegura que no está «pegado a la silla»
Papandréu negocia contrarreloj y asegura que no está «pegado a la silla»larazon

Madrid/Atenas-El torbellino de lo inevitable se cierne sobre Grecia, un país que parece empeñado en saltar al vacío sea de la forma que sea y pese a quien pese. Después de meses al borde de la bancarrota, con recortes, revueltas sociales y negociaciones a vida o muerte con Bruselas, y cuando el rescate ya estaba aprobado, el farol de su irresponsable primer ministro, Yorgos Papandréu, convocando un referéndum, parece firmar el penúltimo capítulo de una tragedia anunciada.

La incertidumbre sobre el futuro del país se acentuó ayer ante la negativa de la oposición de formar el gobierno de unidad nacional propuesto por Papandréu con el principal objetivo de aprobar el segundo rescate financiero. Así, a pesar del ajustado voto de confianza del Parlamento que consiguió el viernes (152 votos por 145), el primer ministro, que reiteró su disposición a dimitir al asegurar al presidente de la República, Carolos Papulias, que no está «pegado a la silla», choca con una reforzada oposición política.

Con un Estado que sólo tiene recursos para un mes, con 8.000 millones de euros de ayuda internacional en el aire por la torpeza y las ambiciones de unos y otros, todos los partidos de la oposición exigieron la dimisión a Papandréu después de 25 meses marcados por las severas medidas de austeridad para evitar la quiebra del país.

«Insistimos en la petición de inmediatas elecciones para salir lo antes posible de esta pesadilla», declaró el principal líder de la oposición, Antonis Samarás, de Nueva Democracia (ND), informa Efe. Samarás insistió en celebrar las legislativas el 4 de diciembre, y aprobar un gobierno de técnicos que se limite a adoptar los acuerdos pactados con el rescate en Bruselas y los presupuestos para 2012. El portavoz oficial del Gobierno, Ilias Mosialos, le respondió con un comunicado que pone por escrito lo que casi todos asumen: un adelanto electoral sería «una catástrofe para la nación».

Un vacío de poder en estas semanas sería la gota que colmase el vaso del desastre griego. Y al menos hasta ayer el primer ministro se resistía con todas sus fuerzas a ceder el testigo, pese a que su soledad se acrecienta por momentos dentro y fuera del país. El descontento entre la clase política griega abarca a varios de sus correligionarios debido a los sacrificios adicionales que suponen esos acuerdos pactados con la eurozona y el FMI. «Haré reuniones para formar un gobierno de unidad», porfiaba todavía ayer Papandréu ante los periodistas.

 

Día de consejo de ministros y otras reuniones
La situación política griega es dramática y Yorgos Papandréu ha convocado al consejo de ministros para esta tarde, después del encuentro que mantendrá el líder de la oposición, Antonis Samarás, con el presidente, Carolos Papulias. Éste pretende un Gobierno de unidad de todas las fuerzas políticas para aplicar los nuevos recortes que posibiliten la ayuda de 8.000 millones de Bruselas.