Val del Omar al completo

Único, genial e inclasificable ,y aún así nos quedaríamos cortos en calificativos para definir a uno de los más personales creadores del panorama cinematográfico español. Decena de creaciones audiovisuales, algunas de ellas inéditas, numerosos inventos y artilugios del cineasta granadino José Val del Omar repasarán mediante una exposición su trayectoria en el 106 aniversario de su nacimiento. Entre las rarezas que se podrán ver figura una película familiar que filmó en formato 16 milímetros en los años treinta; una truca artesanal para procesar y componer imágenes junto con una importante colección de cartas personales. Se exponen, asimismo, medio centenar de fotos, un álbum documental sobre las Misiones Pedagógicas de la Segunda República y varias piezas sonoras que, hábilmente dispuestas, llegan a «desbordar» incluso a los visitantes en el ascensor y los aseos del Centro Guerrero. En la cripta y espacios anexos del Palacio de Carlos V, en el conjunto monumental de la Alhambra que tantas veces fotografió Val del Omar, se ofrece un despliegue más amplio de sus filmaciones y otras imágenes que tomó en su Granada natal. Se trata por ejemplo de la proyección de su conocido cortometraje «Aguaespejo granadino», que pertenece al llamado Tríptico Elemental de España y preside el recinto de la cripta. Además, se muestran otras obras tan representativas como «Vibración de Granada», una de sus primeras aproximaciones a la plástica lírica por la que se decantaría su cine.El exilio interiorA la presentación de la muestra acudió el yerno del artista, Gonzalo Saénz de Buroaga, quien, visiblemente emocionado, reivindicó la figura del creador y de su hija María José, a quién calificó como «la realizadora y el sostén de Val del Omar durante los 50 años de exilio interior en Madrid». A su juicio, el cineasta merecería tener en su tierra la misma veneración que Lorca y adelantó que el futuro de su legado será la Alhambra, donde siempre volvía cuando visitaba Granada.