Bilbao

Los cazafantasmas

La Razón
La RazónLa Razón

Creía que el Grupo Internacional de Contacto que coordina el abogado sudafricano Brian Currin era un dominio de relaciones rijosas por Internet, pero me equivocaba: son un grupo de chafalmejas, de botarates metomentodo que recorren el mundo clamando su amor por el hombre. Les falta el halo. El ex presidente sudafricano, de Klerk, y la ex presidenta de Irlanda, Mary Robinson, se han descolocado del G.I.C. para mediar entre España y ETA (¿?) porque el Gobierno español no les ha pedido ninguna tercería. Currin es un picapleitos del humanismo que ronronea por los conflictos por ver si le pagan las facturas en Sri Lanka o Ruanda o Burundi. Su mano derecha es la Baronesa norirlandesa, Nuala O'Loan, experta en defender a los presos de los abusos policiales. La británica Silvia Casale dedica su vida a la prevención de la tortura, y el profesor israelí Spektorowski no se sabe que hace aquí habiendo sido asesor de Shlomo Ben-Ami que tan bién conoce España. Cierra este Anillo de Moebius, sin principio ni final, el ex secretario de la Interpol, como podría serlo un ex director del FBI. Son las Naciones Unidas de la ETA, su charanga internacional para vender que la ría de Bilbao es como los Grandes Lagos africanos y que la Guardia Civil aplica la bota malaya a los nacionalistas. Estos caraduras bienpensantes y remunerados no quieren ver a Ortega Lara ni consultar la lista de los extorsionados, supliciados, mutilados y asesinados. Cuando los derechos humanos se hacen subjetivos y se cobra por defenderlos, aparecen los cazafantasmas.