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Retrato del poder

La Razón
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Éste fue el título de un excelente reportaje de Miguel Ángel Noceda con fotos de Sofía Moro en «El País Semanal». Había imágenes de los consejos de administración de empresas españolas muy importantes: Banco Santander, Repsol, Telefónica, La Caixa, ACS, Paradores, Seur, Puig y Mapfre. Las fotos eran magníficas, pero, ¿eran retratos del poder? No. Reflejaban, eso sí, el mundo de la gran empresa en nuestro país, y daban cuenta de su meritoria transformación de las últimas décadas. Pero ¿poder? El Corte Inglés es una empresa «poderosa», sí, pero no puede obligar a nadie a comprar en sus tiendas. Por eso el poder no está en las empresas sino donde siempre ha estado: en la política y la legislación. Claro que muchas empresas procuran acercarse a los gobernantes y parlamentarios: es lógico, porque allí está el poder de verdad, capaz a golpe de decreto o ley de crear fortunas o acabar con ellas. Ninguna empresa puede forzar a nadie a pagar: el Estado lo hace, en cambio, por definición. Si no le pagamos al Estado podemos ir presos. Si se quiere retratar el poder tienen que desfilar políticos, no empresarios. Nótese que cuanto más políticamente sensible sea una empresa, más probable es que busque atraer a políticos. De la docena de personas que aparecen en la comisión ejecutiva del Banco Santander, casi la mitad son ex políticos. Ahora dígame cuántos ex banqueros o ex empresarios hay en el gabinete de Smiley.