F. C. Barcelona

El Barça espera al Madrid

Gana también al Shakhtar en Donestk y se clasifica sin pasar apuros para las semifinales de la Liga de Campeones. Messi fue el goleador. 

Messi corre a abrazar a sus compañeros después marcar al Shakhtar. Los jugadores ucranianos muestran su desesperación
Messi corre a abrazar a sus compañeros después marcar al Shakhtar. Los jugadores ucranianos muestran su desesperaciónlarazon

Una de las ventajas de lograr un resultado de 5-1 en el partido de ida es que en la vuelta el tiempo juega siempre a tu favor. Cuantos más minutos pasen, mayor es la desesperación en el rival y menores las esperanzas de que el milagro de una remontada sea posible. Uno o dos goles al principio pueden tener el efecto contrario, y el Shakhtar los buscó.

Durante la primera media hora los ucranianos, rendidos de boquilla en la previa, fueron el equipo que se vio en la ida: peligroso y trabajado, pero sin el cuajo suficiente todavía. Es joven y puede dar un susto a equipos poderosos en un futuro. Este año ya no. Pasado el primer tramo, en el que presionó bien y no dejó jugar al Barça; en el que tuvo hasta tres opciones de marcar, sobre todo un disparo de Douglas Costa que paró Valdés (de nuevo él) y otro de Jadson que le salió muy flojo, el Shakhtar empezó a sufrir las consecuencias del cansancio físico y mental y a empezar a perseguir la pelota sin éxito, la especialidad del Barcelona.

Empezó a sufrir también la tiranía de Messi, que se enfrentaba al equipo contra el que debutó como azulgrana y demostró que ha recuperado su capacidad goleadora tras un mes en blanco. Le hizo dos al Almería y ayer logró otro. El buen trabajo del Shakhtar tuvo como resultado que el Barcelona no pisara el área contraria hasta el minuto 17 y no disparara hasta el 28: Messi desde fuera del área. Cuanto tiró el argentino, el equipo español ya tenía la situación bajo su dominio. Lo que antes había sido un suplicio, empezó a ser pan comido.

El balón se movía ya con la ligereza necesaria y sólo tenía un dueño. No había pérdidas y sí constantes llegadas, con Leo Messi en todos lados, Alves por la derecha y Afellay por la izquierda. El holandés ocupó el lugar del sancionado Iniesta y estuvo bien. Es un buen futbolista, con calidad, verticalidad y disparo, aunque la competencia que tiene dentro de la plantilla le supere.

Pocas más licencias se permitió Guardiola. Dijo que pondría a todos los titulares y lo hizo. Esta vez el compañero de Piqué en el centro de la defensa fue Mascherano, y Busquets pasó al centro del campo, su lugar habitual. «Busi» es de características similares a Piqué y parece que no casaban bien juntos en defensa. Faltaban piernas, velocidad, y el «jefecito» tiene más que ambos. Dio la talla Mascherano en los momentos difíciles, ya que tuvo que ayudar mucho a Alves para frenar a Willian y las subidas por sorpresa del lateral Shevchuk. Dentro de la seriedad del choque, la presencia del capitán de la albiceleste como defensa fue una prueba satisfactoria pensando en el futuro. A falta de Abidal o Puyol...

La presencia de Adriano en el lateral izquierdo del Barça ya no es una sorpresa. Le ha «comido» el terreno a Maxwell. Se lo ha ganado. Es listo atrás y cuando sube lo hace con peligro. Una de sus llegadas estuvo cerca de terminar en gol, pero Kobin despejó la pelota cuando estaba a punto de entrar en la portería. Messi también perdonó la primera al intentar una vaselina que Pyatov le adivinó. Pero con el «10», una y no más. A la segunda oportunidad, Leo remató muy pegado al palo, tras recibir un pase de Alves y aprovecharse de un pequeño rechace. El mérito estuvo en lo rápido y colocado que disparó. Aunque Messi siempre tira colocado. Nunca lo hace con los ojos cerrados a donde vaya, y casi nunca fuerte. Es una de las cosas que le hace especial.

La fogosidad del Shakhtar fue menor en la segunda mitad. No tuvo un comienzo tan explosivo como al inicio del partido. Esta vez ya estaba rendido de verdad y, pese a que llegó a la portería de Valdés en alguna ocasión, el portero volvió a demostrar que es uno de los mejores del mundo. Sus brasileños perdieron la alegría y la eliminatoria se convirtió por primera vez en un trámite. Cómodo el Barça, se limitó a acumular posesión y a apretar en algunos momentos en la presión para dar un susto de vez en cuando. Afellay tuvo la mejor ocasión de ampliar el marcador con un disparo cruzado que despejó Pyatov.

Hasta Guardiola se permitió el lujo de relajarse. Ni él pensaba que en media hora el Shakhtar iba a marcar seis goles (o cinco para empatar), y empezó el carrusel de cambios. Descansaron Xavi, Piqué y Villa, y entraron en su lugar Pedro, Milito y Jeffren. No salió Messi. Ya se sabe que el argentino quiere jugarlo todo y Guardiola respeta los galones. Milito vio la amarilla nada más salir. Está fuera de forma, pero puede ser titular en el Bernabéu por obligación. Será el primer duelo contra el Real Madrid. El segundo, la final de Copa. Y para el tercero y el cuarto, el Barça ya cumplió ayer su parte. Falta que el Madrid lo haga hoy contra el Tottenham.