Francia
España sólo sabe ganar
La Sub'19 consigue de nuevo el campeonato de Europa con un gol de Jesé ante Grecia
Estilo. Es la palabra que marca el trabajo de los seleccionadores españoles, empeñados en que a todas las categorías de «La Roja» se las reconozca sin necesidad de mirar la camiseta. Y ése es su primer triunfo. El segundo son los títulos, como el que lograron ayer contra Grecia. Un triunfo conseguido a partir del balón porque, como dice Vicente del Bosque, «el camino está marcado». Y el camino es la pelota.
España dominó el partido desde el comienzo. Jesé y Deulofeu mostraron desde el nacimiento del partido su intención de ganar el campeonato. Y, aunque estaban separados, cada uno en una banda, encontraban la manera de juntarse para romper con paredes la defensa griega. Una diagonal del extremo azulgrana, que arrastró con él a todos los griegos que salieron a su paso, incapaces de apartarlo del balón, fue el comienzo del final feliz para España. Llegó al borde del área y, con la puntera, dio el pase definitivo a Jesé. Un golpeo colocado, pegado al suelo y a la izquierda del portero. El gol. La alegría definitiva para Lopetegui, que envolvió en un abrazo a su ayudante, Santi Denia, y a Juan Carlos, el psicólogo de las categorías inferiores.
Había esperado demasiado tiempo España para levantar los brazos. Porque Grecia estaba rendida desde el comienzo, a la espera de que España le diera una oportunidad de rebelarse. Pero no la tuvo. «La Roja» sólo es egoísta para tener la pelota. La quiere sólo para ella, porque si eres el dueño del balón eres el dueño del partido. Y España lo fue durante los noventa minutos. Gracias, especialmente, a Oliver Torres, el hombre que decide el ritmo del encuentro para «La Roja».
Que marcara Jesé el tanto definitivo era lo lógico. Por algo llegaba a la final siendo el máximo goleador del campeonato. Y lo confirmó en el partido definitivo. Cinco tantos ha marcado, más de uno por partido. Diamantakos, uno de sus rivales para el «Pichichi» del torneo, se marchaba frustrado al banquillo cuando lo sustituyó su seleccionador. Fue Jesé el autor del gol decisivo, pero podía haber sido cualquiera. Podía haber sido Campaña, el capitán, que mandó al larguero un disparo con la pierna izquierda, que desvió el portero griego. O Suso, que también mandó al larguero, pero por arriba, un lanzamiento de falta.
Era cuestión de paciencia. Y eso a España le sobra. Porque la idea de la absoluta de madurar los partidos también se traslada a los pequeños. Es sólo una cuestión de actitud. «La Roja» quiere la pelota y los rivales prefieren esperar. O no tienen otro remedio.
Los griegos ni siquiera tuvieron oportunidades en los córners, la parte más débil del equipo de Lopetegui, como demostró en la semifinal contra Francia. Por delante, todo son puntos fuertes, desde el mando de Campaña en el centro del campo a la calidad de los tres delanteros. Porque a Deulofeu y Jesé los acompañaba ayer Paco Alcácer, el delantero del Valencia acostumbrado a marcar en los momentos decisivos. Él era uno de los supervivientes del éxito conseguido el año pasado en Rumanía. Pero ayer no necesitó España su acierto en el área. Tenía a Jesé.
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