Ministerio de Sanidad

España baja la guardia ante la gripe

Tras el discreto impacto de la gripe A del año pasado, los expertos temen que caiga la tasa de vacunación 

España baja la guardia ante la gripe
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Los especialistas recomiendan vacunarse frente a la gripe, que como todos los años, se avecina. Y lo hacen pese a la bajada de guardia y apatía social motivada en parte por la estampa que se vivió el pasado año. Porque cada año afecta a cerca del 15 por ciento de los adultos españoles, y se prevee que, si no se conciencian, las cifras asciendan al 20 por ciento.
La prevención es la clave, especialmente en poblaciones de riesgo, como los ancianos. Por ello esta semana desde la Confederación Española de Organizaciones de Mayores han destacado las ventajas que la vacunación ofrece. Su presidente, José Luis Méler, advirtió de que «la población mayor aumenta y las medidas sanitarias deben responder a sus necesidades».
Pedro Gil, presidente de la Sociedad Española de Geriatría (SEGG), matizó que «la vacunación es especialmente importante en esta época, ya que la gripe es una epidemia estacional relacionada con el frío. Este año afectará a unos cuatro millones de españoles (un 15 por ciento de la población), 800.000 de ellos ancianos».
En mayores de 65 años, tiene connotaciones especiales, «ya que un 30 por ciento cursa con neumonía, patología cardíaca y accidentes cerebrovasculares, lo que implica un mayor uso de recursos sanitarios de urgencia, requiere más hospitalizaciones y posibilidades de muerte», aclaró Gil.
No obstante, «es cierto que el nivel de protección en los mayores disminuye, frente al 70-90 por ciento en menores de 65, pero eso no significa que no haya que prevenir».

Grandes y pequeños
Por su parte, Ramón Cisterna, coordinador del grupo de Estudio de la Gripe (GEG) especificó que «hay que proteger a todos los miembros de la familia que convivan con ellos y hacer un cordón sanitario. Se trata de una vacuna trivalente que protege contra las tres cepas recomendadas por la OMS para la campaña antigripal 2010/2011».
Esta necesidad de prevención también quedó reflejada en las III Jornadas Enfermería y Vacunas: realidad, presente y futuro, celebradas en la sede del Consejo General de Enfermería. Allí, su presidente, Máximo González Jurado, hizo hincapié en que todos los profesionales sanitarios también deben protegerse, ya que «la proximidad con el paciente implica un mayor riesgo de transmisión».
Por su parte, Sergio Montero, director general de Sanofi Pasteur MSD, manifestó que «ha habido muchos debates sobre la importancia de la vacunación. Si existe la enfermedad, con la vacuna desaparece, por lo que ¿para qué me voy a vacunar? Pues tenemos que seguir haciéndolo. Si no seguimos el esfuerzo volverán enfermedades como la polio».

Nueva inmunización
Para facilitar lo que para muchos es un incómodo proceso, llegan al mercado nuevas formas de presentación y administración. Es el caso de la denominada vacuna intradérmica, que ahorra el mal trago del clásico pinchazo intramuscular y lo sustituye por uno mínimo en la capa más superficial de la piel.
Estudios clínicos realizados en más de 4.000 pacientes han demostrado que la respuesta inmunitaria con esta nueva vacuna es más eficaz porque hay más presencia células del sistema inmunitario en la dermis respecto a la vía clásica.
Dos son las presentaciones de esta innovación: una de 9 microgramos, destinada a adultos de 18 a 59 años (frente a la clásica existente de 15 microgramos). En este caso se ha reducido la cantidad de antígeno porque es más eficiente.
No obstante, a partir de los 60 años en adelante la presentación es de 15 microgramos, para que sea más eficaz en esta población de riesgo. Además, según los expertos, cuenta con un novedoso sistema precargado de microinyección, listo para usar, con una aguja 10 veces más corta que la de las vacunas tradicionales, concretamente de 1,5 mm. Así se posibilita que la vacunación sea más simple, precisa y asegure su distribución por la dermis y, así, el acceso al sistema inmune.