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Lucas se rila

La Razón
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Ganas dan de arrancar con un «hasta luego Lucas». Pero no se lo merece. Hay cosas mucho peores que perder. Lo peor y más funesto en una competición es no intentarlo. Es abandonar los tacos de salida sin haberse siquiera calzado las zapatillas. En definitiva, lo que ha hecho David Lucas. No me valen las razones que masculla ahora para justificar que no haya dado el paso al frente: la disciplina sin rechistar está bien para el ejército pero en una organización humana como un partido político los madrileños merecemos otra cosa. Merecemos un candidato que no nos mienta. Lucas se ha desgañitado durante casi tres años diciendo que quería ser el candidato. Sólo él ha trabajado estos años para serlo. Pero cuando ha llegado el momento de la verdad, le ha dado mal de altura o le han prometido algo mejor. Eso en la cultura de mi colegio tenía un nombre: se ha rilado. A poco que conozcan la naturaleza del juego «El Churro» sabrán que no había peor escarnio público en el recreo que rilarse. Bien mirado, si Lucas no se ha atrevido a dar el paso a lo mejor es porque nunca lo mereció.