El Cairo

La «primavera árabe» fuerza un acuerdo entre Hamas y Al Fatah

Ambas facciones pactan formar un Gobierno interino y convocar elecciones en un año. Netanyahu dice que Abas debe elegir entre Hamas y la paz con Israel.

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Todavía es pronto para hablar de acuerdo, pero parece que las dos principales facciones palestinas, el partido Al Fatah –que dirige la Autoridad Nacional Palestina (ANP) y gobierna en Cisjordania– y el grupo Hamas –que controla la franja de Gaza– han alcanzado un «entendimiento» que les podría llevar finalmente a la reconciliación nacional, después de casi cuatro años de guerra por el poder y por una concepción diferente de lo que es el Estado palestino y cómo conseguirlo.

En la enésima reunión celebrada en El Cairo, las delegaciones de los dos rivales habrían superado sus diferencias, sobre todo, las relativas a la formación de un Gobierno de unidad nacional y la fecha para la celebración de elecciones. De ser cierto, representaría una nueva revolución en Oriente Medio, cuyo proceso de paz se encuentra estancado y abocado al fracaso debido a la división interpalestina desde que en 2007 Hamas expulsara por la fuerza a Al Fatah de la franja de Gaza, creando de facto dos gobiernos palestinos. Israel es el primero que hace una gran distinción entre ambos a la hora de negociar y, después del anuncio del «entendimiento», el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, aseguraba que «la ANP debe elegir entre la paz con Israel y la paz con Hamas».

Israel rechaza dialogar con los islamistas, que no ha reconocido al Estado hebreo ni renunciado a la violencia contra él. La comunidad internacional tampoco acepta a Hamas como interlocutor válido –para la Unión Europea y EE UU es un grupo terrorista–, pero admite que debe estar incluido en el proceso de paz para que éste tenga éxito, tal y como recordó ayer Washington, aunque mostrando su cautela. Hasta ahora, Egipto había sido el encargado de mediar entre las facciones palestinas, misión a la que no parece dispuesto a renunciar y quizás lo consiga hacer ahora con más éxito que en la época de Mubarak. El nuevo jefe de la Inteligencia egipcia, Murad Muafi, convocará en los próximos días una reunión con todas las demás facciones palestinas y espera poder sellar un acuerdo, esta vez definitivo.

La OTAN tendrá un «embajador» ante los rebeldes libios en Bengasi
La OTAN quiere tener un representante político en Bengasi para facilitar los contactos con el Gobierno rebelde libio y apoyar así la misión militar de la Alianza en Libia. Supuestamente, ya existen contactos entre los mandos militares revolucionarios y los de la misión «Protector Unificado» para coordinarse sobre el terreno, aunque esto no ha sido reconocido abiertamente por la OTAN.

Ésta niega ser el «ejército» de los rebeldes, aunque llega donde éstos no pueden: en la madrugada de ayer, un ataque aliado detuvo el intento de las fuerzas de Gadafi de hacerse con el puerto de Misrata, según la portavoz de la OTAN, Carmen Romero.

El puerto de la ciudad, asediada por las tropas gubernamentales, es vital para el abastecimiento militar de los rebeldes y para la llegada de la ayuda humanitaria destinada a los civiles. Mientras, EE UU aprobó una ayuda de 25 millones de dólares para el Gobierno de Bengasi que, al igual que el anterior paquete, no incluirá armas, pero sí equipos de comunicaciones y transporte para los milicianos de la Libia libre.