Los partidos aprovechan la visita de Zapatero para acentuar su descrédito

La llegada del presidente del Gobierno, José Luís Rodríguez Zapatero, a Cataluña desató la alegría de la militancia socialista, pero, al mismo tiempo despertó también los recelos de todos los partidos catalanes, a excepción del PSC. Años de promesas incumplidas han provocado que el presidente del Gobierno sea uno de los personajes más atacados por la clase política catalana que ayer, al unísono, expresó su repulsa a la presencia de Zapatero en la tradicional Fiesta de la Rosa del PSC. Especialmente contundente se mostró la presidenta del PP, Alicia Sánchez Camacho, que criticó que el líder del PSOE sólo visite Cataluña para rodearse de los suyos, porque, según la presidenta del PP, Zapatero «tiene miedo a pisar las calles de Cataluña».

Rajoy habla con la gente

La líder de los populares aprovechó para contraponer el estilo de Zapatero con el del presidente del PP, Mariano Rajoy, que el pasado sábado «estaba en Cataluña hablando con la gente» y «pisando la calle». Según Sánchez-Camacho, el líder de los populares «lleva años trabajando y conociendo de primera mano los problemas de los catalanes como debe hacerse, pisando la calle». Cabe recordar que el líder del PP tiene planeado visitar una vez por semana Cataluña y el próximo martes se paseará por Girona. Para Camacho, Zapatero no es bien recibido en Cataluña porque «ha engañado a los catalanes y al conjunto de españoles y sabe que todo lo que prometió no lo ha cumplido». «Lo mejor que puede hacer Zapatero es irse y dejar que venga Mariano Rajoy a aplicar las políticas que necesitan Cataluña y el conjunto de España», sentenció la presidenta del PP.

Las promesas incumplidas del presidente del Gobierno fueron el blanco de la mayoría de ataques que le propinaron los líderes políticos catalanes, como el presidente de CiU, Artur Mas, que recordó que las promesas de Zapatero «caducan como lo yogures». «No os lo creáis», añadió el nacionalista, que a la misma hora que el presidente del Gobierno se daba un baño de masas en Gavà hacia lo mismo en Martorell, exhibiendo el respaldo del ex militante socialista Jaume Sobrequés como trofeo de caza. El líder nacionalista aprovechó la ocasión para intentar combatir «el voto del miedo» al que apelan los socialistas. «Me produce escalofríos», confesó el líder de CiU.

Escalofríos es probablemente lo que le produjo la visita de Zapatero al presidente de ERC, Joan Puigcercós, que no se mordió la lengua a la hora de asegurar que la credibilidad del presidente del Gobierno «es cero». Puigcercós se atrevió incluso a apuntar que la credibilidad de Zapatero pasa por horas bajas incluso en las filas del PSC. Sin embargo, los republicanos no fueron los únicos socios del PSC que arremetieron contra la presencia del presidente del Gobierno en la fiesta de los socialistas catalanes.

El líder de ICV y candidato ecosocialista a las elecciones, Joan Herrera, criticó que Zapatero se limite a venir a Cataluña para «buscar cuatro votos y no cumplir» en vez de «establecer un calendario para respetar completamente el Estatut o rectificar su política profundamente conservadora».

«No queremos que haya personas en situación irregular»
Alicia Sánchez-Camacho replicó ayer en una butifarrada en Badalona las críticas recibidas por sus propuestas en materia de inmigración. «Queremos erradicar la inmigración ilegal porque nadie,pero no queremos que haya personas en situación irregular en nuestro país», sentenció, al mismo tiempo que añadió que «ningún inmigrante va a tener ni un derecho más que un español». El líder del PP en Badalona, Xavier García Albiol, dijo que la situación de los gitanos rumanos en Badalona es «peor que en Francia, porque aquí no están localizados».