«El tornado levantó una carpa de 500m2 llena de gente»

Tardó nueve minutos en recorrer la localidad valenciana de Gandía. El «turbotornado», como lo denominan los científicos, entró por el mar alrededor de las ocho y media de la tarde y terminó con las fiestas que se habían inaugurado horas antes. «No habíamos vivido un fenómeno como éste nunca. Ha sido un tornado en toda regla. Nada más entrar se llevó por delante dos chiringitos, la caseta del vigilante, una fábrica, algunos concesionarios y toda la feria», comenta al teléfono Arturo Torró, alcalde de la localidad. Las fiestas de este municipio costero son unas de las más concurridas de la zona y pueden llegar a albergar 15.000 personas cada noche. «Hemos tenido mucha suerte. Como cayó una gran tromba de agua horas antes, los vecinos optaron por quedarse en sus casas o en los bares», añade. Otros, se decantaron por acudir a una gran carpa, de unos 500 m2 que había montado el ayuntamiento: «El tornado la elevó, a pesar de que las piedras que la sujetaban pesaban más de 100 kilos». Aunque el fenómeno ha roto algunas puertas y ventanas, la peor parte se la han llevado los feriantes, que han perdido su medio de vida: «Hemos tenido que cerrar el recinto porque todo era un amasijo de hierros. Vamos a devolverles el dinero, pero también vamos a declarar que se nos incluya dentro de la zona catastrófica», añade el alcalde. El «turbotornado» ha causado 35 heridos. Sólo un hombre de 38 años permanece ingresado con pronóstico «estable dentro de la gravedad» en el Hospital de La Ribera por las heridas que sufrió.

Otra de las localidades de Levante español que se ha visto afectada por las lluvias torrenciales ha sido Puerto Lumbreras, en Murcia. En esta localidad han fallecido dos personas. Por ello, su alcalde, Pedro Antonio Sánchez, recordó que en el pleno que tuvo lugar el viernes «se declaró el luto oficial de tres días y las fiestas patronales quedaron suspendidas». El alcalde añadió que las víctimas eran «vecinos de la localidad y pertenecían a la misma familia».

La ministra de Fomento visitó ayer la localidad y se comprometió en aportar ayudas estatales para recuperar la zona. Fátima Báñez, ministra de Empleo, también se acercó a la tragedia. Visitó Vera, en Almería, y allí fue testigo directo de los «graves daños» que ha sufrido el municipio. Báñez aseguró que unas 4.000 viviendas se han visto afectadas por el agua.