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Benítez sueña con el Madrid

Está en el paro, pero si en un futuro volvieran a llamarle, ya no respondería que no

Rafa Benítez recibió ayer la medalla de plata de la Real Orden del Mérito Deportivo
Rafa Benítez recibió ayer la medalla de plata de la Real Orden del Mérito Deportivolarazon

MADRID- Dos veces pasó el tren madridista por la vida de Rafa Benítez. Fernando Martín, primero, y Florentino Pérez, después, recurrieron a él, pero el técnico madrileño desechó sendas ofertas por su compromiso con el Liverpool y por lo bien que su familia se había acomodado a la ciudad de los Beatles. De hecho, aunque Benítez está ahora en paro, sin equipo, sigue viviendo allí, a la espera de una oferta de la «Premier», a la altura de alguien «que ya lo ha ganado todo a nivel de clubes». Le han llegado varias en casi un año que lleva distraído en otros menesteres –su página web, la fundación que ha montado con su mujer para ayudar a ONG, su trabajo en Eurosport o su eterno estudio del fútbol–, pero ninguna de ellas era de un proyecto con el que aspirar a ganar títulos. «Ha habido ofertas de dinero, pero la prioridad es un proyecto con capacidad para competir», dice el ex técnico del Valencia, Liverpool e Inter.

Y eso que la última de las tentativas madridistas, por parte de Florentino Pérez nada más volver a la presidencia del club, antes de que no quedara más que el recurso de Pellegrini, y como primera preferencia por delante de la de Mourinho, era mareante. 40 millones de euros por cuatro años de contrato. Benítez, pese a que su entorno ya empezaba a ver que los entonces dueños del Liverpool no cumplían sus promesas y estaban desmantelando el equipo (véase la venta de Xabi Alonso), se empecinó con la «Premier».

El tiempo, además, dio la razón a quienes entonces le aconsejaban lo contrario. Por desavenencias con el club, dejó el Liverpool y recaló en el banquillo que dejaba libre Mourinho –el Inter («el problema es que el presidente dijo unas cosas que, más tarde, no se hicieron y ha tenido que contratar a cuatro entrenadores. Está claro quién se ha equivocado», expresó ayer tras recoger la medalla de plata ade la Real Orden del Mérito Deportivo)–, mientras el portugués se hacía cargo del que ahora sí vuelve a ser su sueño. «No lo es a corto plazo y sí un equipo de la ‘‘Premier''», dice. No se quiere meter en casa de otro. Ni en el feudo de Mourinho, ni en el de Emery o el de Pellegrini, al que se le pregunta ya si querría coger las riendas malaguistas cuando el chileno lo deje. «Ahora no interesa. No voy a especular con ninguna de esas posibilidades», precisa. Tampoco en el feudo de Del Bosque: «La Selección es un plato apetitoso y apetecible, pero mi prioridad son los equipos del día a día. Además, Del Bosque lo está haciendo fenomenal y su renovación es una gran noticia».

Pero tiene claro que si en un futuro volviera a llamarle Florentino, el Madrid sería el equipo que busca. No volvería a dejar pasar el tren. Mientras tanto, no tiene prisa ni osa postularse. Mourinho tiene que cumplir una etapa en el Madrid y bien sabe él que el portugués es un colega con el que llevarse bien es fácil hasta que le ganas. «Yo le gané tres o cuatro veces en la Copa», recuerda.

Le sucede a «Mou» con los jugadores. Aunque de puertas para afuera parezca que por él tienen devoción, en el Inter sólo Mate-razzi, Sneijder y dos más lloraron su marcha. El resto del vestuario, aseguran que le formó un motín, que sofocó, para echarlo después de un partido contra el Cagliari, pues no le soportaban más.