El personaje de la semana: Luis García Berlanga

Antes que se asentara la televisión basura, Jesús Hermida nos citó en un plató para no me acuerdo qué. Había una azafata jovenzuela impresionante y Berlanga sólo atendía a aquellas piernas tan largas que la llegaban hasta el culo. B. me daba codazos: «Dile algo». Y yo: «Qué coño le voy a decir; díselo tú que eres el famoso». Era un bondadoso erotómano y fetichista de los que sólo se dan entre la alegría de vivir de los valencianos. En su deceso, el sindicato de la ceja ha ocultado su alistamiento en la división 250 del Ejército alemán y su juramento de fidelidad al Fhurer. Me parece que se incorporó a la División Azul para blanquear su alma anarquista o creyendo que en el frente de Lenigrado se daban fuegos artificiales. El mejor cine que se ha hecho en España desde Buñuel ha sido el suyo. Es el único que en «La vaquilla» vio la Guerra Civil con un humor amargo, nada maniqueo, y mucha caridad para aquellos pobres hermanos enfrentados. «Bienvenido Míster Marshall» es un clásico y la saga de «La escopeta nacional» crónica del post -franquismo a la manera de los mejores Baroja o Galdós.