Prandelli tiene una misión

KIEV- Giorgio Napolitano, el presidente de la República Italiana, envió una carta ayer a Cesare Prandelli. «Es un gran apoyo. Me he sentido muy emocionado al leerla. Estoy deseando leérsela a mis jugadores», afirma. «Son un espíritu de equipo, determinación y generosidad. Es su mensaje para nosotros y para el país. Tiene mucha confianza en nosotros. Es un gran apoyo porque no hay mucha gente que haya creído en nosotros. El jefe del Estado tiene sentimientos, emociones y la carta indica cómo afrontar este tipo de situaciones. Espero que cumplamos con el reto», añade.

Nada tiene que ver lo que dice Giorgio Napolitano con las palabras de Mario Monti días antes del comienzo de la Eurocopa, cuando se destapó el enésimo escándalo en el Calcio. El Primer Ministro sugirió que no estaría mal que el fútbol de alta competición en Italia se detuviera durante tres o cuatro temporadas, para limpiarlo de fango. Hoy, con la final en ciernes, seguro que no piensa lo mismo.

Prandelli tiene una misión, pero a la guerra ha decidido ir con fútbol. «Durante la fase de clasificación siempre hemos intentado jugar con nuestras armas», comenta. Y esas armas son el buen juego y el balón. «Cuando tienes jugadores excelentes, no necesitas entrenar tanto», confiesa. «Nos sentimos muy seguros en el campo», afirma, a pesar de haber abandonado el «catenaccio», el signo de identidad del fútbol italiano durante décadas.

Hoy se enfrentan las dos selecciones con más posesión de todo el torneo, pero España tiene ventaja en esa faceta del juego. «Tenemos que cerrar espacios y recuperar la pelota lo antes posible. España jugará como siempre, tendrá la posesión y cerrará los espacios. Es el equipo a batir, la mejor selección del mundo y seguirá fiel a su filosofía. Nosotros tendremos que hacer nuestro juego e intentar leer el suyo», asume. Y el juego de España es igual con un delantero de verdad o con uno falso. «Puede ser peligroso de las dos maneras. Es un juego moderno, que me gusta», afirma.