Bruselas
Alemania y España urgen la unión bancaria
Berlín cree que el elevado interés de la deuda no es real. De Guindos busca hoy en París nuevos apoyos
MADRID / Bruselas- España amplía su ofensiva diplomática. El Ejecutivo ha incluído a Francia en su ronda de gestiones para frenar el acoso a la deuda española. El ministro de Economía, Luis de Guindos, se reunirá hoy en París con su colega francés, Pierre Moscovici, para recabar más apoyos con los que presionar a Bruselas para que intervenga en favor de España y evite así un posible rescate. Francia, que en un pasado no muy lejano sufrió también la presión de los inversores, temerosos de que la situación de Italia y España contaminase a las finanzas galas, reclamó ayer a través de su ministro de Asuntos Exteriores, Laurent Fabius, la intervención del BCE o del fondo de rescate para atajar la crisis.
La reunión de Guindos se producirá un día después de que se encontrase en Berlín con el ministro de Finanzas germano, Wolfgang Schäuble. Tras la reunión, Economía difundió un comunicado conjunto en el que España y Alemania coinciden en que «el tipo de interés que se da en los mercados de deuda soberana no se corresponde» con el potencial y fundamentos de España. Pero más importante que este detalle es el hecho de que ambos países pidan una «rápida aplicación» de los acuerdos del pasado Consejo Europeo, en especial los que afectan a la unión bancaria y la supervisión única. Bruselas condiciona cualquier recapitalización directa de la banca a este último requisito. Y España necesita a toda costa que la ayuda a los bancos sea directa para que no compute como deuda y los mercados aflojen la presión. Sin embargo, nada se dice de una posible intervención del BCE en el mercado de deuda, vital en este momento para ganar un precioso tiempo.
El apoyo germano se produjo después de que tanto Italia como Francia negasen que hayan firmado un documento en tal sentido, tal y como aseguró Exteriores.
Junto a la vía del BCE cobra fuerza la alternativa de la compra de bonos por parte del Fondo de Europeo de Estabilidad Financiera. Si España la solicita, podría realizarse en 48 horas. Su activación implicaría que las recomendaciones de reformas y de carácter presupuestario lanzadas por la unión se convertirían en obligaciones con un calendario preciso.
Este tipo de intervención contempla compras de bonos en las subastas del Tesoro de hasta el 50% de la emisión o dando una garantía al comprador de hasta el 30% de pérdidas potenciales. Pero también son posibles compras en el mercado secundario, lo que se uniría al ya aprobado préstamo financiero de hasta 100.000 millones para la banca. La condición es que se den circunstancias extraordinarias de falta de liquidez.
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