Sevilla
A mí la Guardia Civil: la delegada que mandó a la Benemérita a buscar a su asistenta
La delegada del Gobierno en Extremadura, Carmen Pereira, utilizó el pasado domingo, cuando se celebró en Badajoz el Día de las Fuerzas Armadas, a una pareja de la Guardia Civil para localizar a su asistenta, ya que había perdido las llaves de su casa. Así lo denunció ayer el secretario general del PP extremeño, Fernando Manzano, que solicitó el cese «fulminante» de la delegada gubernativa por haberse servido de una pareja de la Benemérita «para uso doméstico».
Según Manzano, es un hecho «inaudito e inconcebible» el que Pereira «al darse cuenta de que perdió sus llaves o de que se las dejó dentro de casa, mandara que una pareja de la Guardia Civil se acercara a la localidad en donde vive su asistenta –Sagrajas (Badajoz)– para recoger una copia de las mismas que tenía en su poder».
Ante la gravedad de estos hechos, según el secretario general de los populares extremeños, Pereira «no puede seguir ni un minuto más al frente de la Delegación del Gobierno en Extremadura». «Debería dimitir hoy mismo, y pedir después disculpas a la Guardia Civil, por haber utilizado uno de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado en beneficio propio», añadió Manzano.
En este sentido, Carmen Pereira explicó ayer que «en ningún caso ha utilizado inadecuadamente los servicios de nadie» y consideró que no tiene que pedir «perdón» a la Guardia Civil.
Según ella, se quedó sin llaves y no tuvo posibilidad de entrar en su casa, pues acababa de finalizar el desfile de las Fuerzas Armadas en Badajoz y debía acudir a la cumbre de los ministros de Agricultura europeos en Mérida. Por eso, explicó, intentó por todos los medios ponerse en contacto con su asistenta, que no le cogió el teléfono, así que finalmente una pareja de la Guardia Civil de Sagrajas le ayudó a localizar otro juego de llaves en casa de su empleada. Aunque, eso sí, el juego de llaves lo recogió en la Comandancia de la Guardia Civil de Badajoz, y no en el pueblo de la asistenta.
El PP recuerda que la delegada también «mintió en relación a la multa que se puso al coche del presidente de la Junta de Extremadura por ir a 170 o 180 kilómetros por hora, y dijo que eran los guardaespaldas, que iban delante». «Esta señora no sabe que el coche de los agentes nunca viaja delante, sino detrás, lo que a su mentira, como ya reconoció el propio presidente, Guillermo Fernández Vara, hay que unir su falta de información», concluyó.
El antecedente del Mystére de Guerra
El uso de medios públicos para fines privados siempre ha estado en el ojo del huracán. El ex vicepresidente del Gobierno Alfonso Guerra recibió un aluvión de críticas cuando, en abril de 1988, utilizó un avión Mystére de la Fuerza Aérea Española para sortear un atasco kilométrico en la frontera portuguesa de Vila Real de Santo Antonio.
Guerra, que regresaba de unos días de vacaciones en el Algarve, intentó colarse, pero fue increpado por numerosos automovilistas que esperaban pacientemente su turno para subirse al transbordador y llegar a la localidad onubense de Ayamonte. El vicepresidente del Gobierno socialista de Felipe González recurrió entonces al Mystére, que le recogió en la localidad lusa de Faro, desde donde le trasladó a Sevilla. Al parecer, Guerra tenía prisa por llegar a tiempo a una corrida de toros que se celebraba en La Maestranza en la Feria de Abril y que no estaba dispuesto a perderse.
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