Construcción
Chamartín sale del limbo
La Comunidad da el visto bueno definitivo al plan para prolongar la Castellana hasta la M-40. El Ayuntamiento pondrá en marcha el desarrollo urbanístico, que ahora sólo depende de la inversión
Hace casi dos décadas desde la primera vez que políticos y empresarios madrileños planearon la ambiciosa «operación Chamartín», nueve desde que comparecieron los responsables de las administraciones competentes para hablar de «arranque definitivo» y dos desde que se aprobara el plan de infraestructuras para llevarlo a cabo. El objetivo era y aún es desarrollar urbanística y empresarialmente el norte de Madrid desde la Castellana hasta alcanzar la M-40.
Las complicadas expropiaciones, la crisis económica, los cambios de gobierno y la imposibilidad de un acuerdo entre Fomento, Comunidad y Ayuntamiento mantuvieron durante años la operación en el limbo. Hasta ayer. El Consejo de Gobierno regional dio luz verde al último trámite administrativo que el Consistorio madrileño necesitaba para ejecutar el Plan Parcial que afecta a las 312 hectáreas que componen la «operación Chamartín». El Ejecutivo autonómico aprobó las últimas modificaciones realizadas en los últimos años y acordó reenviarlo a la Comisión de Urbanismo. De ahí se remitirá al Ayuntamiento para que lo ratifique en Pleno y ya sólo será cuestión de tiempo, aunque, lo que es peor, también de dinero, porque según explicó el vicepresidente regional, Ignacio González, administrativamente «ya está todo acordado».
Con un plazo de ejecución de otros quince años, la Puerta Norte de Madrid y su desarrollo es el proyecto urbanístico de mayor envergadura de toda Europa. El Ensanche Norte unirá los nuevos barrios de Las Tablas y Montecarmelo con el de Chamartín, donde se ubicará la zona financiera de la capital depende ahora del dinero de las administraciones y de los inversores privados.